La estructura ha sido descifrada por los expertos de la Universidad de California utilizando un método conocido como criomicroscopia electrónica y que permite ver con mayor claridad las moléculas.
Según recoge La Vanguardia, el mecanismo de replicación del ADN no permite duplicar bien los extremos de los cromosomas cuando las células se dividen. Por este motivo, con cada división se pierde una pequeña parte de la información genética.
No obstante, esto no ocurre gracias a los telómeros, que protegen los extremos de los cromosomas. Así, la enzima telomerasa se encarga de que los telómeros se conserven en perfecto estado, incluso alargándolos para compensar el acortamiento en cada división celular.
De esta manera, cuando los telómeros finalmente se encogen demasiado, las células entran en senescencia. Esto está relacionado con el envejecimiento. Sin embargo, si la telomerasa está muy activa y alarga los telómeros en exceso, es probable que se produzca una multiplicación de las células, lo que puede derivar en un tumor. Conocer la estructura de la telomerasa permitirá crear tratamientos contra el cáncer.