Los investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad tecnológica de Nanyang, en Singapur, creen que su hallazgo podría ayudar a combatir el crimen y abrir una vía para tratar de forma efectiva a delincuentes violentos, según ha publicado The Guardian.
Los expertos han explorado el potencial de la estimulación cerebral, después de conocer que el deterioro en una parte del cerebro llamada corteza prefrontal se ha relacionado con actos violentos.
El equipo científico realizó pruebas de control aleatorio en 81 adultos sanos con más de 18 años o más.
Le dieron a la mitad de ellos 20 minutos de electroestimulación cerebral y después le pidieron a todos describir dos escenarios hipotéticos: un asalto físico y el otro un asalto sexual. Inmediatamente después, se les pidió a los participantes que evaluaran la probabilidad de que pudieran comportarse como el protagonista en las historias.
Para aquellos que recibieron estímulos eléctricos en su cerebros la probabilidad expresada de llevar a cabo las agresiones físicas y sexuales era de 47% y de 70%, respectivamente más baja en relación con los participantes que no recibieron estimulación cerebral.
En teoría, los resultados revelan que intervenciones biológicas simples, ya sea por separado o de forma conjunta con intervenciones psicológicas como la terapia cognitiva conductual, tienen el potencial de reducir el comportamiento violento.
En los actos criminales hay un componente biológico no estudiado lo suficiente
"Cuando la mayoría de la gente piensa en el crimen, piensa en barrios malos, pobreza, discriminación, y todos son correctos", dijo Adrian Raine, participante en la investigación. "Pero también creemos que hay una contribución biológica al crimen que ha sido seriamente descuidada en el pasado". Lo que esto muestra es que podría haber un nuevo enfoque diferente para tratar de reducir el crimen y la violencia en la sociedad ".
Los científicos subrayan que se necesita mucho más trabajo para confirmar si la estimulación cerebral podría ayudar o no a reducir los delitos violentos en el futuro, pero si resulta efectivo, según Raine, que cree que podría ofrecerse a criminales condenados junto a otras intervenciones más tradicionales.
Los científicos esperan realizar más experimentos en un mayor número de personas utilizando procedimientos de estimulación cerebral más específicos.
Al impulsar la actividad en una región del cerebro llamada corteza prefrontal ventral, esperan ayudar a las personas a controlar las emociones poderosas que conducen a los ataques impulsivos.