Nuestro cuerpo se compone de más de un 70% de agua, por lo que dicha cifra evidencia la gran importancia que tiene para los seres humanos su consumo. De ahí nos surge la clásica pregunta que todos nos hemos formulado alguna vez: "¿cuántos litros de agua debo beber al día?"

Se ha oído mucho acerca de que esta cifra oscila entre los dos litros o lo que es lo mismo, los ocho vasos de agua, pero lo cierto es que esta afirmación no es del todo correcta pues tiene matices a tener en cuenta. La cantidad recomendada varía en función de la edad y del sexo.

Según los datos proporcionados durante el III Congreso Internacional y V Nacional de Hidratación la población adulta masculina debería ingestar 2,5 litros de agua al día, mientras que la femenina los 2 litros. Los niños de entre 9 y 13 años deben consumir unos 2,1 litros mientras que las niñas 1,9. Si la mujer estuviese embarazada o en período de lactancia habría que aumentar la cantidad 0,3 litros y 0,7 litros, respectivamente.

Es fundamental recalcar que hablar de ingesta de agua no hace única alusión al consumo de agua propiamente dicho, sino a cualquier líquido que contenga agua o incluso del H2O que tomamos de la comida. De hecho, se recomienda que el 80% provenga de los líquidos, mientras que el 20% restante sea de los alimentos.

¿Qué consecuencias tiene la deshidración?

Las consecuencias de la deshidratación pueden ir desde dolores de cabeza, fatiga y descenso del rendimiento físico a incluso la disminución de la memoria a corto plazo. También puede provocar trastornos broncopulmonares, estreñimiento, somnolencia… Por eso es vital una buena hidratación, y sobre todo después de la práctica de ejercicio físico, porque es entonces cuando la temperatura del cuerpo, y a través del sudor se podría llegar a la deshidratación.

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