El presunto autor intelectual del asesinato de Javier Ardines es su primo político, Pedro Nieva, un electricista de Bilbao de 48 años, casado con la prima de la mujer del concejal.
Ambos matrimonios eran muy amigos y pasaban los veranos juntos en Llanes. Fueron los celos lo que movieron, presuntamente, a Nieva a planear el crimen. Él pensaba que su mujer y Ardines tenían una relación.
Hoy está previsto que participe en el registro de su vivienda en Llanes. De momento, ha pasado la noche en la comandancia de la Guardia Civil. Los otros dos detenidos en España -hay un cuarto en Suiza- han sido trasladados a otros cuarteles de Asturias para evitar que puedan compartir información sobre la versión del crimen.
Katia es la mujer del detenido, que ha permanecido todo el día en la vivienda recibiendo vistas e incluso una doctora le ha visitado. Ya fue interrogada por la UCO hace meses. Llegaron a ella a través del móvil de Ardines y sus frecuentes viajes a Bilbao.
Los investigadores llevaban semanas vigilando a su marido. Un vecino muy enfadado aseguraba a los periodistas que Nieva es muy violento. Los investigadores fueron recabando datos que apuntaban a su perfil problemático. Así descubrieron que el mediador, también detenido, es un amigo con el que se movía en el mundo del trapicheo de drogas. Fue quien le ayudó a contratar a los dos sicarios argelinos detenidos. Uno de ellos había huido a Suiza y está pendiente de ser extraditado.
Se han llevado los dos vehículos de la familia de Pedro Nieva. Aunque Nieva no se movió de su casa el día del crimen, pudo prestar el coche. Saben que controló la emboscada del concejal con su teléfono.