La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha hecho en la Cadena Ser un balance del curso político. No ha podido evitar referirse al 'caso Gürtel' y a las últimas declaraciones del presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, que calificó la causa abierta de "absurda y estrafalaria".
De la Vega califica de "inauditas" e "inadmisibles" las últimas declaraciones del PP sobre el 'caso Gürtel' y afirma que la ética no se puede cuantificar.
Durante la entrevista, De la Vega ha afirmado que "lo que está ocurriendo no es razonable" y ha advertido al PP ante los supuestos casos de corrupción que se están sucediendo en los últimos tiempos que "para dar lecciones antes hay que dar ejemplo".
De la Vega ha criticado que el PP intente "minimizar", a su juicio, algo "tan serio" como es el presunto cohecho atribuido a Camps y ha especificado que al hablar de "servidores públicos" no se puede justificar "ni un traje ni medio traje".
Sobre el diálogo social
De la Vega ha afirmado que el Gobierno "hará todo cuanto esté en sus manos" para que sindicatos y empresarios "acorten las distancias" que les separan, y puedan así alcanzar un acuerdo, "si es posible", antes de las vacaciones de verano.
La 'número dos' del Gobierno se ha mostrado convencida de que los agentes sociales ejercerán "hasta el final" su responsabilidad, "hasta el extremo de que acordarán".
Además, ha reiterado lo dicho ya por otros miembros del Gobierno como el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, o la vicepresidente económica, Elena Salgado: que para el Gobierno hay en esta negociación algunas "líneas rojas" que no piensa cruzar, como son el abaratamiento del despido y la rebaja en cinco puntos de las cotizaciones sociales, dos demandas que está haciendo la CEOE.
Respecto al cierre de Garoña
También ha hablado de otra de las polémicas de los últimos días, el cierre en 2013 de la central nuclear de Garoña. De la Vega ha asegurado que habrá actuaciones desde la actualidad hasta 2013 en el camino del cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) porque es unadecisión "irreversible".
En este sentido, ha subrayado que, por tanto, no sería "en absoluto razonable" que un Gobierno posterior diera marcha atrás a esta decisión. "Tendría que explicar por qué da marcha atrás a una decisión que ya está en marcha" explicó.