El titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 6 de Gandia en Valencia ha dejado este jueves en libertad provisional con cargos, y sin fianza, a los dos jefes del trabajador boliviano que perdió el brazo izquierdo con una máquina de amasar.
El ministerio fiscal había solicitado prisión provisional eludible con una fianza de 100.000 euros para cada uno de los dos jefes por un delito de riesgos laborales, otro de lesiones consumadas y uno más de contratación ilegal. Sin embargo, el magistrado no ha considerado oportuno decretar la privación de libertad como medida cautelar al no haber riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas. Por este motivo, ha acordado la libertad provisional con la única obligación de comparecer los días uno y 15 de cada mes en el juzgado.
Los dos hermanos han declarado ante el juez que no tenían ninguna responsabilidad porque las medidas de seguridad fueron manipuladas por los trabajadores. También han asegurado que ellos nunca iban a la panificadora puesto que los empleados tenían llaves, por lo que no eran responsables de ninguna de las medidas de seguridad.
"El brazo estaba inservible"
Han sido las palabras de los dos jefes cuando se les ha preguntado sobre el por qué se deshicieron del brazo del trabajador. El letrado de los acusados ha matizado que no se deshicieron del brazo, sino que éste estaba "totalmente destrozado".
Tras la declaración, Calero ha avanzado a los medios de comunicación que probablemente haya más imputados en esta causa, que se encuentra en fase de instrucción, puesto que existen otros responsables de la sociedad de la panificadora. El letrado ha recordado que la panificadora de sus representados está clausurada y "así permanecerá".