La Marina estadounidense ha resuelto un misterio en Estados Unidos. Ocurrió hace 18 años, en los días en los que empezaba la guerra del Golfo. El 17 de julio de 1991. Un avión fue derribado en Irak. A su piloto, Michael Scott Speicher, se le dio por desaparecido.
El ejército estadounidense, fiel a su compromiso repatriar los cuerpos de los soldados a toda costa, le ha seguido buscando. Hasta que el mes pasado, un ciudadano iraquí les dio una pista que les llevó hasta los restos mortales de Speicher. Ya le han identificado, gracias al ADN extraído de sus dientes.
El piloto, capitán Michael Scott Speicher, terminó siendo el único estadounidense desaparecido en combate al término del conflicto. "Nuestras oraciones están con la familia del capitán por el sacrificio definitivo que realizó por este país", ha declarado el secretario de Marina, Ray Mabus. "Estoy enormemente agradecido a todos aquellos que han trabajado incansablemente durante los últimos 18 años para devolverle a casa", ha añadido.