La Amityville española: entramos en la casa que mantuvo aterrada a una familia durante años

Marta Fontana ha acompañado a Javier Pérez Campos por los pasillos de la casa de verano de la familia Forcadell, una familia de clase media que veraneaba en su casa de la población de Verges: “Por el día todo eran risas y todo era divertido, pero cuando llegaba la noche esta casa tenía vida propia”.

Marta nos ha contado cómo cuando ella era solo una niña comenzaron a ocurrir cosas extrañas: “Concretamente en esta habitación empezaron a aparecer olores nauseabundos que iban y venían, los perros no se atrevían a entrar en esta habitación, se quedaban en la puerta olisqueando y ladrando, recuerdo a mi madre limpiando aquí con lejía sin encontrar el origen de los olores”.

Fue precisamente en esa habitación donde la madre de Marta vivió una experiencia que no pudo olvidar: “Mi madre vio entrar una nebulosa negra por la puerta de la habitación, se incorporó y notó una bofetada en la cara que hizo que la cabeza le repicara contra la pared”.

A partir de aquella noche los sucesos extraños no hicieron más que aumentar: “Mi madre nos llamaba por teléfono aterrada diciéndonos que no aguantaba más en esa casa, que escuchaba toda la noche el sonido de los interruptores, cadenas, pasos, muebles… y cuando salía de la habitación allí no había nada”.

La madre de esta familia se pasaba las noches enteras encerrada en el baño llorando y gritando de terror: “Si sigo aquí me voy a morir de un ataque al corazón”, les decía a sus hijas. Con el tiempo, otros miembros de la familia comenzaron a escuchar esos extraños sonidos: “Los adolescentes dormíamos en una habitación en la planta de arriba, allí es donde más cosas extrañas ocurrían”.

Marta Fontana Forcadell no había vuelto a esa casa que tantos buenos recuerdos familiares le provoca por tenerle auténtico terror: “Volver a esa casa con Marta ha sido muy emocionante porque ella no había sido capaz de volver, lo ha hecho por nosotros, para que ‘Cuarto milenio’ pudiera grabar allí este reportaje.

La casa de los Forcadell, construida sobre una necrópolis con cientos de cadáveres

El equipo de investigación de ‘Cuarto milenio’, capitaneado por Javier Pérez Campos, ha hecho descubrimientos arqueológicos realmente aterradores: “Es sabido por todos los investigadores de la materia que donde hay cadáveres aparecen fuegos fatuos, que no son otra cosa que las luminarias que la familia de Marta aseguró ver en ocasiones”.

En Verges, existe una zona medieval, algo ancestral, en la que cientos de personas están enterradas: “Es muy posible que en los cimientos de esta casa haya cadáveres porque en el lugar en el que está la casa estaba en la Edad Media el hospital de personas pobres, pero no un hospital como lo entendemos hoy en día, era un lugar donde la gente sin recursos iba a morir”.

Tal y como ha podido saber Javier Pérez Campos gracias a la documentación facilitada por las autoridades del pueblo, la casa fue construida sobre una antiquísima necrópolis con más de 800 años de uso: “Justo en la entrada de la casa se descubrieron yacimientos con más de 150 cadáveres en su interior”. Al parecer, cerca de allí hubo un campo de arroz en el que murieron centenares de personas por una epidemia de malaria.