Caronte todavía no ha decidido irse a Gijón con su chica. Un nuevo caso le espera, se trata de un posible asesinato. La víctima: el cliente de una prostituta. Ocho puñaladas en total. Aurelio le cuenta que conoce a esa chica y no le cuadra que haya podido matar a nadie.
Por otra parte, Julia no sabe qué hacer con su hijo. Guillermo está descontrolado y le dice que se tiene que hacer un test para saber si ha consumido alguna sustancia. La tensión es tal que ya no sabe qué hacer con la actitud agresiva de su hijo. Además la policía le detiene… por tráfico de estupefacientes.
Además el comisario Paniagua está muy mosqueado, están detrás de él, por eso, le pide a un agente que investigue a Aurelio.