Al acabar el partido en el que se enfrentaban Irlanda y Gales, las cámaras enfocaron a un niño llorando en los brazos de su padre. Quizás, fue en ese momento, cuando el pequeño empezó a ser consciente de que ya no vería a sus ídolos en las primeras páginas de las revistas, ni en los cromos para intercambiarlos en el colegio. Pero sobre todo, no podrá ver a sus jugadores favoritos optar a ser campeones del Mundo.
La ausencia de Bale se notó mucho en el equipo y pudo ser una de las causas de la derrota, ya que no consiguieron ni empatar el marcador. Ahora, al pequeño le tocará esperar al menos cuatro años para poder ver tanto a Bale como al resto de su selección, optar a conseguir la Copa del Mundo.