Es la laguna salada más grande de España, con más de 150 kilómetros cuadrados de superficie. Un ecosistema que ha sufrido diversos impactos que lo han modificado. Entre otros, los residuos provenientes de la agricultura: la elevada cantidad de nutrientes que llega al mar por culpa de los fertilizantes del campo provoca un exceso de fitoplancton que tapa la luz que llega al fondo de la laguna. Como consecuencia, las algas y plantas del fondo no pueden completar la fotosíntesis, mueren y la fauna cambia.
La misión de Jesús Calleja consistirá en unir a agricultores, vecinos, pescadores, hosteleros, ecologistas, constructores y todas aquellas personas involucradas en salvar el Mar Menor. “La gente está en una situación desesperada porque ven que el mar se muere y no pueden hacer nada. Su vida depende de que el mar se recupere”, confiesa el aventurero. Además, en esta misión, artistas locales pintarán una enorme pared con uno de los murales más grandes que se han visto en defensa del Mar Menor.
Por otra parte, Jesús conocerá a Conchita, una entrañable hostelera y vecina de la zona con la que compartirá un vuelo muy especial; y también vivirá uno de los momentos más emotivos de la temporada al compartir una mañana con un grupo de mujeres llamado ‘Flamenco Rosa’, una asociación que tienen en común enfrentarse o haberse enfrentado a un cáncer de mama y lo hacen practicando un deporte importado de Asia llamado ‘Dragon Boat’, que consiste en remar al ritmo de un tambor en una embarcación con forma de dragón.