No ha sido un día normal en el Staples Center. Ni canastas, ni hielo en la pista. Diez jugadores profesionales de videojuegos han sido los encargados de hacer vibrar a un estadio casi repleto. Y no ha sido en cualquier estadio, sino en la casa de los Lakers, los Clippers y los Kings. Una casa que ya acogió un Campeonato Mundial de League of Legends en 2013, pero que en esta ocasión ha extendido su área de acción hasta las inmediaciones del L.A. Live, el espacio franqueado por el Microsoft Theater y el Museo de los Grammy.
Con semejante despliegue, nadie que pasara por el Down Town de Los Ángeles podía ser indiferente a lo que estaba ocurriendo dentro. Ya que el espectáculo también estaba montado fuera para que el mayor número de personas posible pudiera seguir la final del mundial.
Sobre la liza dos equipos coreanos. El bicampeón mundial SK Telecom T1 y Samsung Galaxy, un equipo para el que la mayoría de los pronósticos no eran favorables.
SKT dominó el juego desde la primera partida, en la que Samsung hizo un amago de remontada que no amedrentó al equipo de los veteranos Faker y Bengi, que continuaron con la racha ganadora en el segundo juego. Lo que casi nadie se esperaba fue el golpe sobre la mesa de Samsung cuando SKT prácticamente tenía la final en el bolsillo. El equipo blanco resurgió en la grieta brindando una de las partidas más emocionantes y largas que hemos vivido en un mundial.
Fue en ese momento cuando el público del Staples Center despertó, y también lo hizo Samsung que igualó la final en la cuarta partida interponiéndose de nuevo en el camino hacia la victoria de SKT. Nadie quería poner punto final a este mundial, ni siquiera los jugadores de ambos equipos que alargaron la partida hasta la extenuación de Samsung, equipo que finalmente no fue capaz de defender su base.
SKT se proclama así campeón del mundo por tercera vez. Tras más de 5 horas de encuentro, el equipo coreano escribe una nueva página en la historia del juego que dominan a la perfección, tal y como han demostrado a lo largo de la temporada. Tras la comedida celebración, comienza de nuevo el trabajo para seguir dominando una temporada más. Y es que no hay descanso en el olimpo coreano de los eSports.