Revive la epopeya de Tidus y Yuna en Final Fantasy X/X-2 HD Remastered para PS4

Alberto Ruiz Álvarez 20/05/2015 16:07

Desde los más tiernos inicios de la saga, Final Fantasy fue superándose título tras título, la mayoría estupendos. Con la décima entrega coronó una cumbre en la que, por desgracia, parece haberse quedado estancada. Empeñada en que ninguna consola se quede sin la niña de sus ojos, Square Enix desempolva y pule al máximo a Tidus, Yuna, Rikku, Auron y los demás y los devuelve al mundo de Spira, más brillante y detallado que nunca.

Dejemos para otros foros las discusiones sobre si el Final Fantasy X es el mejor título de saga. Lo que está claro es que marcó un hito en su generación. No solo porque, por aquel entonces, era el no va más a nivel técnico. La complejidad y longitud de la historia, el carisma de los personajes (cada uno con su trasfondo) y el nuevo sistema de juego (la tabla de esferas) entusiasmaron al público. Mención aparte merece la sublime banda sonora a cargo del maestro Nobuo Uematsu acompañando los momentos más épicos, tristes o tiernos.

Tal fue el éxito que, desde entonces, Square se animó a sacar secuelas de éste y otros títulos y así nos encontramos con el peculiar Final Fantasy X-2. Lo cierto es que todas las flores que le cayeron al Final Fantasy X se convirtieron en piedras para la secuela. Implementar el añorado sistema de 'jobs' a la tabla de esferas del FFX (las vestisferas) sobre el papel era una fantástica idea. Lo que lo lastró fue el escaso nivel de dificultad, los insulsos minijuegos y sobre todo, prostituir la memoria de Yuna y Rikku tranformándolas en una especia de 'gals' de Shibuya. Casi un insulto a la ciclópea sombra de su predecesor.

Con todo, tras su paso por PS3, ambos títulos han demostrado que siguen en plena forma más de diez años después de su publicación. Y en las nuevas generaciones, otra cosa no, pero todo luce más bonito. Por muchas cifras que demos y por mucho que nos explayemos sobre la mejora en cuanto a gráficos que supone el paso de PS2 a PS4 está claro que una imagen, como la que hay bajo esta líneas, vale más que mil palabras. Lo cierto es que la remasterización HD se nota bastante y en movimiento mucho más.

Heredados de la versión para PS3, en el Blu-Ray que analizamos hay algunos extras a tener en consideración:

  • El cortometraje Eternal Calm, que sirve de nexo forzado entre las historias de X y X-2. Pese a que a alguno pueda soltar la lagrimita recordando a Yuna, Rikku y Wakka, lo cierto es que la animación de los personajes es bastante sosa.
  • El 'Last mission' de Final Fantasy X-2, un 'dungeon crawler' que nos recuerda a RPGs muy 'japos' y muy 'retros' como Lufia o Pokemon Dungeon Mistery.
  • También dentro del X-2 se ha incluído un coliseo similar al 'Pokemon Stadium' en el que podemos combinar a las protagonistas con uno o varios monstruos del juego (dependiendo del tamaño), evolucionarlos y enfrentarnos a nuevos enemigos para ganar vestisferas y premios. Bastante curioso, aunque sólo sea por luchar junto al 'Hermano' de Rikku y verle pegando 'culazos' a diestro y siniestro.
  • La banda sonora de Final Fantasy X ha sido remasterizada y también arreglada para la ocasión, algo que a algunos les ha parecido un pecado. Es interesante que se pueda cambiar a la original para así evitar sofocos.

Novedades que, por sí mismas, seguramente no justifican la compra del juego. A lo sumo, uno de esos dichosos DLCs. Sin embargo, junto al pasable X-2, vienen a completar una reedición de auténtico lujo para un título imprescindible, el Final Fantasy X. No olvidemos que la PS4 no es retrocompatible y muchos juegazos como éste están llamados a coger polvo en las estanterías, o peor aún, a ser olvidados por los nuevos jugones, sin una buena remasterización que acuda en su ayuda.