Dante completa su metamorfosis con DmC: Devil May Cry Definitive Edition

Alberto Ruiz Álvarez 20/04/2015 11:21

El primer Devil May Cry que ve la luz en PS4 es una reedición de aquel, que incluye todos sus DLCs mas un puñado de añadidos que lo convierten en una opción muy a tener en cuenta. Dado que en esta reedición de DmC los gráficos se mantienen prácticamente igual, alguna textura aquí y allá, quizá uno de los puntos fuertes sea poder jugarlo a 60fps frente a los 30 que teníamos en PS3. Para disfrutar esta mejora en toda su magnitud deberemos elegir el modo turbo, que aumenta la velocidad del juego un 20%. Tampoco es que se note demasiado, la verdad, pero siempre es mejor dejarlo puesto a no ser que los enemigos se nos resistan.

Esto último ocurrirá tarde o temprano aunque la curva de dificultad está muy bien ajustada y tendremos tiempo de sobra para habituarnos a nuevas armas y combos, los cuales son tan vistosos como fáciles de ejecutar. Pero si esto nos sabe a poco, no tenemos más que sumarle a cualquiera de los tres niveles de dificultad iniciales el "modo difícil", que hace a los enemigos más exigentes. Una vez más, mejor dejarlo puesto si queremos una experiencia Devil May Cry mucho más cercana a la original. A esto hay que añadirle el endiablado 'Dante debe morir', especial para masocas, y se incluye el Palacio Sangriento (DLC gratuito para PS3) en el que despacharemos sucesivas hordas de enemigos para ir subiendo de nivel.

Por otra parte, a la legión de detractores de los DLCs en los juegos les agradará saber que la edición definitiva de PS4 incluye asimismo la campaña de 'La Caída de Vergil', que se comercializaba por separado en PS3. A los mandos del hermano de Dante completaremos este regreso a los orígenes de los hijos de Sparda.

Aunque tal vez lo que más valoren los fans sea poder cambiar el look de Dante con el pack que incluye todos los 'outfits' del los primeros títulos de la franquicia. Eso sí, en las cinemáticas sigue siendo moreno y actuando como un macarra de Los Ángeles.

Conclusión

Combos sencillos y alucinantes, montones de armas y habilidades nuevas, decorados sobrecogedores y surrealistas... A pesar del riesgo que conllevaba, Capcom ha conseguido llevar a buen puerto el 'reboot' DmC con este Definitive Edition que pule y completa la versión inicialmente sacada para PS3. Más que suficiente para atraer a nuevos jugadores a la saga. Sin embargo, a priori, no parece muy probable que aquellos que han crecido con el primer Devil May Cry de PS2 y que denostan sistemáticamente este título vayan a calmarse ahora con nuevos looks, modalidades y niveles de dificultad. El tiempo dirá cuál de las dos versiones se lleva el gato al agua o incluso si, tal y como ocurre en el mundo de los comics, ambos universos pueden coexistir en amor y compañía.