Arantza Quiroga: “El aborto no es un derecho, hay que proteger la vida”

cuatro.com 12/10/2014 23:21

Risto Mejide: ¿Crees que tu ideología influye en tu manera de gobernar?

Arantza Quiroga: No, porque además es que tú puedes tener una fe y relacionarte con personas que tengan unas vidas más o menos parecidas a la tuya, pero cuando estás en política te das cuenta que eres una parte muy pequeñita y que hay una diversidad brutal.

¿Tú estás de acuerdo con el aborto?

No estoy de acuerdo con el aborto, pero entiendo que estamos en una sociedad que tiene que regularlo y que tenemos que buscar una fórmula que concite el mayor acuerdo.

¿Por qué hay que regular el aborto?

No lo podemos considerar como un derecho, porque creo que hay que proteger la vida. Y desde esa protección vamos a ver qué situaciones se producen, sabiendo que hay miles, y como lo ponemos negro sobre blanco en una ley.

¿Estabas de acuerdo con la ley Gallardón?

A mi me gustó cuando lo escuché, otra cosa es que pueda haber matices. Cuando hablo con mis compañeros cada uno tiene una forma diferente de plantear las cosas, pero hay que ponerse de acuerdo para escribir un programa electoral.

¿Abortarías en algún caso?

No, creo que no.

¿Y qué te hace tener derecho a decidir si otra mujer puede abortar o no?

No lo enfoco así. Yo no tengo derecho a decidir eso. Pero creo que una sociedad tiene que proteger esa vida que está ahí, y entra en conflicto esos dos interesas: de la vida a proteger y de la madre que no lo quiere tener.

¿Desde el momento de la concepción ya es una vida humana?

Sí.

¿O sea que coincides con la doctrina de la Iglesia?

Y de muchos científicos.

Católicos…

O no….o también una experiencia vital. Cuando has tenido cinco hijos….

Risto Mejide: ¿Te gustaría que tus hijos se dedicaran a la política?

Arantza Quiroga: Sí, no tendría ningún problema. Yo misma asumo que podría ser en otro partido político.

Seguramente votarán Podemos…háblame de Podemos.

Yo creo que Podemos, desde mi punto mi vista, ha sido un revulsivo. Nos ha venido bien.

¡Toma!

Eso que nos ha molestado muchísimo a todos, que te digan que eres una casta… La primera vez que se lo escuché en la radio….¿pero éste qué se ha pensado? Pero luego te das cuenta de que hay algunas cosas por las que te pueden percibir como una casta.

Y luego ves…

Hay determinados comportamientos que se hacía así por inercia pero eso ya no se aguanta y hay que cambiarlo. El tema de los coches oficiales, por ejemplo. Nos ha hecho replantearnos cosas que pensábamos que eran normales.

Risto Mejide: Te hemos visto delante del jefe sacar los colores a tu partido. Decir que te asqueaban algunas cosas como el tema Bárcenas, Gürtel,…y lo dijiste delante de tu presidente y su cara no era de satisfacción. ¿Te dijo algo Rajoy?

Arantza Quiroga: No, nunca. En ese momento creí que al igual que siempre he dicho lo que pensaba en el País Vasco, gustase o no, pues que ahí tenía que decir lo que pensaba yo y mucha gente del partido. El comportamiento de esa persona (Bárcenas) fue indecente y que nada que ver con lo que somos el Partido Popular y los que representamos el partido y mucho más en el País Vasco.

Hay una carpeta de Bárcenas depositada ante el juez con la etiqueta Bilbao…

Sí, fue lo primero que me tocó gestionar. No sé si eso fue la consecuencia de mi osadía diciendo lo que dije, porque fue a la semana cuando Bárcenas desde la cárcel remitió al juez Ruz una serie de carpetas.

¿Cómo lo has gestionado?

Con rapidez. Reuní a la dirección del partido, nos pusimos a ver las cuentas y vimos que habías pagado todo desde la primera peseta y que no había nada ilegal. La rueda de prensa para explicarlo quería darla todo el mundo. Enseñamos todos los documentos. Creo que eso cortó todo.

¿Crees que ha pasado el temporal?

Es que tampoco tenemos un patrimonio….son habas contadas…

Risto Mejide: Un tema que no podemos dejar pasar es ETA. Tú con 21 años ya estabas en activo, y a los pocos meses se produjo un hecho dramático que fue el asesinato de José Luis Caso, que te afectó especialmente.

Arantza Quiroga: Tuvimos una Junta directiva en Irún , el PP estaba gobernando en España y ETA dice que cambia la estrategia y que pone como objetivo a los concejales del Partido Popular. Yo escuchaba esas cosas con 21 años y no era consciente. El partido se preocupó y nos puso escolta. Todos teníamos escolta y José Luis era de tener grupo de “chiquiteo”, de ir de vinos con sus amigos. Terminó la Junta y preguntó si todos teníamos escolta. Le dijimos que sí y que él debería pedirla, así que les contestó que al día siguiente al pediría. Eran las ocho y pico de la noche y me llamaron a las once menos cuarto diciendo que lo habían asesinado.

Era cerca de mi casa, como a 5 minutos. Cuando llegué, lo vi allí tirado, ahí fui consciente…me entró un miedo atroz. Cuando llegué a casa, que vivía con mis padres, me metí en la cama con mi madre. Y también fui consciente de que aquello no se podía quedar así. Mientras pudiera y aguantara, yo tenía que estar.

¿Te reafirmó en estar en el Partido Popular del País Vasco?

Sí. Luego siguieron asesinando a más compañeros, fueron cayendo como los diez negritos. Y ahí vas haciendo un proceso de darte cuenta de que realmente tenías que estar ahí. Palabras como democracia, libertad, para mí tienen un poder brutal.

Risto Mejide: Tú conociste a tu marido en las juventudes populares, ¿no? E ibais con escolta los dos…

Arantza Quiroga: Horrible, no quiero ni recordarlo. Es esa parte de mi vida que está ahí y ya. No tienes vida, con 21 años, que sales a la noche. Tu vida está totalmente condicionada, es un horror.

No tienes intimidad.

Ni intimidad ni libertada ni nada. Eres un bicho raro. ¿Quién tiene con 22 años escolta? Tus amigas decían: “¿pero dónde te has metido?

¿Estás tranquila ahora con el tema de ETA?

Sí. Quiero pensar…Miedo no, puedes tener precaución, estar alerta…

¿Has dejado de dormir con tu madre?

Sí, sí…fuera de bromas, no sabes el miedo que pasé. Mi padre me dijo que me marchase fuera de España. Ahora que soy madre y me viene mi hijo y me dice con 21 años que quiere ser concejal…a veces le digo a mi madre cómo me dejó meterme en política y me contesta que me vio con tal convicción e ilusión que le parecía que era lo que tenía que hacer. Fíjate qué lección.