Risto Mejide: ¿Eres una pieza de museo?
Luis del Olmo: Sí, soy una pieza de museo. A los 77 años, soy una pieza de museo. Tú dentro de unos años cumpliré 77. ¿Ya te estás metiendo conmigo canalla?
Risto Mejide: Vengo en son de paz.
Luis del Olmo: ¿Vienes en son de paz?
Risto: Sí, vengo en son de paz. Es difícil hablar contigo sin reconocer todo lo que has hecho. Son más de cincuenta años dedicados a la radio. Cuarenta dedicados a un programa, 'Protagonistas', más de 12.000 emisiones, has ganado ocho Ondas, cinco antenas de oro... Todos los premios que se pueden conseguir, los has conseguido. Después de todo eso, ¿qué hacemos con eso?
Luis del Olmo: Me he jubilado hace unos días como quien dice y el premio más importante es el cariño de la gente. No solo la gente de mi edad si no los hijos y los nietos. Eso no tiene preci.
Risto Mejide: Suena muy folclórico todo eso. Luis, tú has hecho programas desde la cama entrevistando a Serrat porque estabas enfermo. ¡No me puedo creer que no eches de menos el micrófono! Te has despedido hasta en seis ocasiones.
Luis del Olmo: Me he despedido una sola vez. Del todo, no me retiro porque por ejemplo de la Agencia EFE me han dicho que cuando yo vea un personaje podía hacer una entrevista y ofrecérsela.
Risto Mejide: No te has retirado.
Luis del Olmo: Me he retirado de la radio, de los madrugones y del equipo de protagonistas.
Risto: ¡Eres un yonki del trabajo!
Luis del Olmo: He sido muy feliz hasta que vino ETA a hacerme la vida imposible.
Risto: En 2001, intentaron atentar contra ti hasta en ocho ocasiones.
Luis del Olmo: Sí.
Risto: Si yo te digo el nombre de Fernando García Jodra, ¿qué piensas?
Luis del Olmo: Que es un malnacido, un canalla que no ha tenido cojones. Fue el que asesino a Ernest Lluch y que algún día igual me lo encuentro paseando por las ramblas.
Risto: ¿Qué harías?
Luis del Olmo: Volvería la cara y diría ahí te pudras. No tengo consideración con estos individuos que han llevado la infelicidad y la locura a 900 familias. Para ellos no tengo perdón.
Risto: Un día de los que intentaron atentar contra ti, se les estropeó el coche.
Luis del Olmo: Ese día me estaban esperando. Yo tenía que salir a las cinco mañana camino de la emisora. El día anterior a última hora me llamo Garzón para una entrevista y me fui a Madrid. Los terroristas esto no lo supieron. Al ver que no salía, se ponen nerviosos e intentan salir enfrente de mi casa. Un guardia municipal que estaba viendo la operación, Gervilla les fue a preguntar y le descerrajaron dos tiros en el corazón. Por mi culpa, le mataron. Mientras viva, los terroristas de ETA me tendrán enfrente. Mis hijos iban con escolta al colegio y mi mujer iba con escolta. Yo estuve a punto para escapar a Buenos Aires. Llegó un momento en que veía terroristas en todas partes. Le dije a mi jefe de seguridad que quise llevar una pistola. Me puse tan pesado que me agenciaron una pistola. La lleve un día y fue el peor programa de mi vida.
Risto: Bajo tu opinión qué pasó con Garzón.
Luis del Olmo: Se ha podido equivocar. Probablemente pero Garzón fue el tipo más odiado por ETA. Cuando la policía tenía una operación a las cuatro de la mañana en el País Vasco, al primero que llamaban era a Baltasar Garzón porque no tenía un no para estos casos. Conozco a Garzón, a su madre y a sus hermanos, sé lo que ha hecho por el Proyecto Hombres. Sé que hay muchas personas que odian a Garzón pero quiero como un hermano a Baltasar Garzón.
Risto: ¿Y por qué está cómo está?
Luis del Olmo: Probablemente se equivocó cuando destapó aquella trama en Valencia y puso micrófonos. Entre lo que ha hecho mal y lo que ha hecho bien, me quedo con Baltasar Garzón. Volvería a ser amigo suyo.
Risto: ¿Qué opinas de la corrupción generalizada?
Luis del Olmo: A todo cerdo le llega su sanmartín.
Risto: ¿Las chapuzas que ha hecho el Rey saldrán a la luz?
Luis del Olmo: No sé si ha hecho chapuzas pero me cae muy bien. El otro día le dije que se pasa muy bien en la jubilación y tiene un hijo muy preparado.
Risto: Hay una diferencia entre él y tú. Él no ha trabajado.
Luis del Olmo: Pero ha tenido la responsabilidad de esta democracia.
Risto: Eres de los que piensa que le debemos todo al Rey.
Luis del Olmo: Sí. Le debemos al rey la situación de libertad.
Risto: Pero, ¿hasta cuándo se lo tenemos que seguir pagando?
Luis del Olmo: Sé que hay mucha gente que le tiene mucha manía. No se nota que le tengas cariño. Las preguntas que haces son de mala leche.
Risto: Qué opinión te merece la familia. Por ejemplo, el yerno del rey.
Luis del Olmo: El yerno del rey es un golfo consumado.
Risto: ¿Y la mujer del yerno del Rey?
Luis del Olmo: Me cae muy bien. Deja que la juzguen. A ver si la condenan. El golfo de la casa ha sido su marido.
Risto: Y ella, ¿no?
Luis del Olmo: Creo que no.
Risto: ¿Tu intuición que te dice?
Luis del Olmo: Este hombre acabará en la cárcel. Ella, no.
Luis de Olmo: "No votaré en las europeas porque no quiero estampar ahí mi firme. Sé que se va a hacer pero no quiero que ahí empiece la independencia. Yo esto enamorado de Cataluña. Por Cataluña mato, pero por el resto de España mato igualmente. Creo que se ha instaurado un cierto sentido común en los políticos.
Risto: ¿En qué lo ves?
Luis del Olmo: Ayer charlaba con el señor Homs y con la vicepresidenta y hablanban con una cordialidad.
Risto: ¿En serio? Me dices que hubo feeling.
Luis del Olmo: A veces mienten para arañar votos de un lado a otro.
Risto: Y en las siguientes elecciones, ¿a quién votarás?
Luis del Olmo: Oye Risto Mejide no te votaría.
Risto: Sé valiente.
Luis del Olmo: No me importaría vota a la actual vicepresidenta.
Risto: Entonces, al PP.
Luis del Olmo: ¿Pertenece al PP? Pues sí, al PP.
Risto: ¿Por qué Luis del Olmo sale en televisión a decir que le han estafado?
Luis del Olmo: Este hombre tenía las llaves de mi casa. Éramos como hermanos y durante 20 años me estuvo engañando. ¿Cómo no te fijaste? Porque le dejaba hacer. Él entraba en el locutorio y yo estaba entrevistando y firmaba dónde él me apuntaba y así durante 20 años. Ahora saldrá el juicio pero ya me han advertido que no cuente con nada porque ha desaparecido el dinero. Ahora me dicen, no volverás a confiar. Sí, volveré a confiar. Ese sueño de que mis nietos estudiasen en las mejores universidades se ha esfumado.