Recuerda el final de 'Los Pilares de la Tierra'

cuatro.com 23/10/2012 09:03

Después de ocho años de guerra y corrupción, Philip recupera el priorato de Kingsbridge y se renauda la construcción de la Catedral. Jack Builder se entrega en cuerpo y alma a la construcción de esta basílica por la que su maestro, Tom Builder, perdió su vida. Su relación con Aliena se resiente debido a que no se pueden casar, ya que Alfred no consiente la anulación de su matrimonio con Aliena.

Mientras, Richard el hermano de Aliena ha vuelto de las Cruzadas donde fue a luchar contra los infieles en nombre del Rey Stephen y reclama una vez más el Condado de Shiring, pero el ahora Cardenal Waleran ha regresado de Roma y maneja al rey a su antojo. Waleran y Alfred urden un plan para acabar con Jack, pero antes de ser ahorcado delante de todo el pueblo, su madre lee la carta de Jack Shareburg. Un hombre que fue testigo de cómo Waleran asesinó al príncipe Guillermo de Inglaterra y que fue torturado hasta la muerte en Kingsbridge. Waleran intenta huir y se refugia en la Catedral de Kingsbridge, pero presa del pánico, resbala desde lo más alto y muere. La Catedral, todavía sin terminar, es el escenario de la boda de Jack y Aliena.

EL DISCURSO COMPLETO DEL PRIOR PHILIP

Después, llega la escena final de ‘Los pilares de la Tierra’, en la que vemos a un Jack más maduro, con algunas arrugas y barba, mirando los colores de la luz al entrar por una vidriera. Un viejecito monje se acerca a él y lo abraza. Es el prior Philip. Mientras la cámara gira por la impresionante Catedral, escuchamos la homilía de Philip:

“Cuando empezamos a trabajar en la Catedral de Kingsbridge, el rey Stephen acababa de ser coronado y la princesa Maud había huido a Francia con su hijo recién nacido, Henry. Durante años, Inglaterra estuvo rota por la guerra y por un gran sufrimiento. Desde entonces, el rey Stephen ha muerto y el hijo de Maud reina como Henry II de Inglaterra. Ahora tememos la paz y la esperanza de un matrimonio brillante. Y por estos regalos y nuestra iglesia, doy gracias a Dios, a nuestro rey y a la gente de Kingsbridge y a varias generaciones de trabajadores incansables, pero la Catedral no está terminada y nunca lo estará. Así como la perfección humana es algo que todos queremos conseguir y nunca podemos alcanzar. Así, esta Iglesia estará constantemente cambiando, creciendo, demorándose a veces. Un legado continuado de nuestros débiles esfuerzos por tocar a Dios. Una Catedral, amigos míos, no son piedra ni son estatuas, ni siquiera un lugar para rezar. Es una creación continuada, un hermoso trabajo que, rezo a Dios, nunca termine. Y, como una nota final de cortesía… Jack ha acabado las ventanas con, quién podría pensarlo, cristal de colores. Alabado sea Dios.”

Tras la ceremonia, el pueblo sale de la Iglesia. Entre la multitud podemos ver a Jack caminando del brazo de su querida Aliena y las campanas de la Catedral comienzan a repicar. La imagen va alejándose de la torre hasta que vemos la Catedral en todo su esplendor. La Catedral con la que Tom Builder soñó.