“Caminé por el decorado de la ciudad de Kingsbridge en un campo a las afueras de Budapest y me sentí como en una ciudad medieval. Si te detienes en el centro de la plaza del mercado y miras alrededor, todo lo que ves es de la Edad Media: la Catedral, las casas, los puestos del mercado… No hay nada que te haga pensar que sea un decorado. Ya había visto la ciudad de Kinsbridge de los ‘Pilares de la Tierra’ y esperaba algo de esa envergadura, pero el de ‘Un mundo sin fin’, 200 años más tarde, es mucho más grande e impresionante.”