Un repaso a lo más destacado de la jornada televisiva; una broma telefónica con un chamán invadiendo una casa; los alter ego de Jaime Peñafiel, Risto Mejide, Iker Jiménez y Mariano Rajoy interviniendo en directo para realizar los comentarios más inesperados; un loro salvaje convertido en el mejor soporte publicitario del mundo… Cualquier cosa es posible en ‘Todo va bien’.
El programa ofrecerá una visión desenfadada de la actualidad, cámaras ocultas gamberras, reportajes muy locos, imágenes y vídeos sacados de Internet y del universo Mediaset España, concursos y muchas sorpresas más que poco a poco irán brotando de las mentes de estos genios del entretenimiento. Un programa donde se respira un aire de cachondeo generalizado: es la versión televisiva de ese grupo de amigos que se reúne en un bar para contarse las anécdotas del día a día y que, entre todos, terminan pasándolo en grande.
Un show multiformato
El punto de partida lo marcará la actualidad, pero no la que ya todos conocen. Al contrario: las informaciones que nunca serían noticia serán las noticias en ‘Todo va bien’. De hecho, el segmento dedicado a la actualidad se llama ‘Cosas que han pasado y eso’ y está compuesto por las informaciones que más han llamado la atención del día, aunque no necesariamente las más relevantes. El criterio de selección de estas noticias se basa en un único punto: que provoquen la risa. Desde la última metedura de pata del político de turno al vídeo viral del día, pasando por ese hombre de Milwakee que ha mordido a un perro.
Cualquier acontecimiento vale, si es el tipo de noticia que se comentaría en la máquina de café haciendo chascarrillos con un compañero de oficina o la que pasa un amigo por Whatsapp con un montón de emoticonos.
La información se complementará con los comentarios que se han suscitado en las redes sociales, imitaciones con una sorprendente y novedosa puesta en escena, reportajes de calle rozando el absurdo o encuestas igual de delirantes.
El público también ha venido a jugar
El público es el alma del programa, pero ‘Todo va bien’ quiere que sea también la carne: de cañón. Y es que todo aquel que venga al plató deberá ser consciente de una realidad: puede convertirse en protagonista de cualquier broma o en destinatario de una surrealista petición, puede terminar participando en alguno de los retos del programa y quién sabe, quizá hasta se lleve algo de dinerito a casa a través de un concurso.
‘Todo va bien’ planteará juegos como ‘El móvil intervenido’, en el que pedimos por sorpresa a alguien de entre el público que le deje su móvil a un colaborador para mandar Whatsapp falsos a su pareja. Otras pruebas implicarán una participación más activa, a la par que absurda, como ‘Guindilla-man’, en la que el concursante en cuestión debe ingerir una guindilla picante cada vez que en el programa se diga una palabra concreta.
Además de jugar y encontrar el amor, el público puede convertir ‘Todo va bien’ en su particular ‘Carta a los Reyes Magos’. Empleados que necesiten un día libre para celebrar su aniversario con la pareja y cuyo jefe se niegue a concedérselo; padres incapaces de soltar las llaves del coche a sus hijos, aunque tengan 15 años de carné de conducir; hijos que no ordenan el cuarto ni aunque se les amenace con quitarles la paga… ‘Todo va bien’ intentará convencerles en nombre de todos sus espectadores.