Giovanni supera su intolerancia a la frustración

cuatro.com 23/11/2012 23:44

Salirse con la suya en una constante en muchos niños que no toleran ningún tipo de frustración. Los pequeños son incapaces de enterder un no por respuesta o que las cosas no siempre son como ellos quieren. Ese es el problema de Giovanni, que ha desarrolado una fuerte intolerancia a la frustración.

"Con Giovanni todo es no", dice su madre. Giovanni se niega a hacer los deberes por temor a hacerlos mal, no soporta perder en el juego y se enfada cuando la comida no es la que que quiere... En su misma situación están muchos padres. Los niños desarrollan intolerancia a la frustración y continuamente mandan retos y provocaciones.

No saber aceptar un no por respuesta provoca que los niños griten para llamar la atención, desesperar a sus padres y finalmente conseguir lo que quieren. "Cuando un niño no sabe frustrarse reacciona con agresividad, no quiere ningún reto nuevo a no ser que lo conozca y sepa que le sale bien y es incapaz de afrontar distintas dificultades, que es lo que va a tener en el día a día", ha explicado Rocío Ramos Paúl a los padres de Giovanni.

Gracias a 'Supernanny', Romina y Esteban aprenderan a gestionar los enfados de su hijo y con unas sencillas pautas, Giovanni aprende a controlarse y evitar la frustración.

- Cuando un niño siente frustración de forma recurrente, los padres pueden proponerle que cada día se ponga un reto que debe superar. De esta manera, los más pequeños entran en la dinámica de superación y cada sienten menos miedo a superar circunstancias nuevas del día a día.

- Una vez puesto el reto, los niños deben pensar la forma de llevarlo a cabo y pensar un plan. Planificando el tiempo se consigue también reducir la impulsividad en los niños, que tiene preestablecido lo que hay que hacer.

- Hecho el plan, el niño tendrá que ponerlo en marcha en el momento indicado. Siempre hay que reforzar al niño cuando empieza a hacer algo para que no pierda el interés.

- Mientras el niño está llevando a cabo el plan, los padres le irán recordando cómo hacerlo. De este modo, el niño no se dispersa y ve que su comportamiento provoca una reacción positiva de sus padres, que están pendiente de él sin que tenga que estar gritando.

- Reforzar el comportamiento positivo. De esta manera conseguimos que repita lo que hace bien y deje atrás el comportamiento inadecuado.

- Poner consecuencias cuando el comportamiento es inadecuado y no entrar en los retos que los niños planteen. Si nunca ponemos consecuencias, los niños se dan cuenta de que no va a pasar nada por su mal comportamiento y no cumplen las órdenes. Hay que poner la misma fuerza en decir las cosas y dar órdenes que en poner consecuencias.

Otros consejos de 'Supernanny'

El tipo de lenguaje que se establece con los hijos marca la relación que se tiene con ellos. En el caso de Romina y Esteban, su lenguaje con Giovanni y Sandro era de colegas. "Les llamáis 'tío', 'macho', estáis vacilando. Vamos a olvidarnos de vacilar porque si permito ese trato permito un trato de colega. Amigos tiene muchos pero padre y madre no", les ha explicado 'Supernanny' que le ha dicho a Esteban que este lenguaje no le acerca más a su hijo. "Tu hijo está muy cerca de ti, eres su padre. Tu hijo lo que quiere es que tú seas su padre, como todos los niños del mundo."