Verónica y Vicente no saben lo que es pasar una tarde tranquila con sus hijos. Su casa se ha convertido en un campo de batalla en el que Alba y Rubén campan a sus anchas. Los pequeños se comunican con sus padres a gritos y los desesperan a base de berrinches.
Alba y Rubén dominan a sus padres y demuestran su frustración a través de las pataletas.
Alba, una niña con mucho carácter
A sus 5 años, Alba acapara la atención de sus padres. Desobediente y caprichosa, la niña se ha convertido en una pequeña tirana que consigue sus propósitos a base de berrinches. Incansable, Alba es capaz de pasarse horas llorando y convierte en un drama cada imposición de sus padres.
La pequeña no acepta las normas y acapara a su madre siempre que está en casa. Incapaz de separarse de Verónica, Alba llora desconsolada siempre que su madre tiene que salir.
Rubén sigue los pasos de su hermana
Alba se ha convertido en el modelo a seguir por Rubén, el hijo menor de Verónica y Vicente. El pequeño repite las pautas de comportamiento de su hermana y, al igual que ella, trata de chantajear a sus padres a base de lloros.
Aunque todavía no ha llegado a los niveles de Alba, Verónica y Vicente temen que su hijo se convierta en un niño déspota y caprichoso que sea incapaz de asumir las normas.
'Supernanny' termina con los berrinches
La llegada de 'Supernanny' cambiará la vida de Alba, Rubén y sus padres. Gracias a las normas que instaurará Rocío Ramos-Paúl, los pequeños aprenderán a comunicarse de otra manera. Poco a poco, Alba se irá separando de su madre y Rubén entenderá que la buena conducta tiene premio.