Separado de su patria y de la mujer que ama, Espartaco es condenado al brutal mundo de los gladiadores, donde la sangre y la muerte se convierten en el mayor entretenimiento de la audiencia. Pero no todas las batallas se libran en la arena. La traición, la corrupción, y los placeres más sensuales pondrán constantemente a prueba a Espartaco. Para sobrevivir, debe convertirse en algo más que un hombre, más que un gladiador: debe convertirse en una leyenda.