Isidoro, a Alexandra: "Eres como Benidorm, la playa de poniente y la de levante"

cuatro.com 26/10/2012 00:38

“¡De Benidorm, al cielo!”, este era el grito de guerra de Isidoro nada más llegar a su suite en Benidorm. Mientras, Dolores disfrutaba como una niña de las vistas, asomándose a la terraza y asombrándose: “¡Cuántos municipios!”, decía.

Tocaban largas citas de un día y la primera elegida fue Alexandra. Primero cenaron y tomaron una copa con el mar de fondo e Isidoro confesaba: “a veces me haces unos gestos… me pones a cien”, le decía y Alexandra elevaba el tono de sus gestos. Recordando el baile que le hizo con un hielo en Almansa, la pretendienta quería repetirlo para hacerlo mejor, a solas. Tras esta demostración el soltero decidió sacar valor y hacer la proposición que quería: que Alexandra

La pretendienta cumplió su deseo, pero solo en parte. A solas en la habitación, emularon la romántica escena de Titanic en la terraza. Pero la magia desapareció pronto ya que Isidoro le decía: “e refiriéndose a su pecho. La pretendienta le besaba largamente mientras Isidoro le decía: “me intimidas, me asustas”.

Y ella decidía dar un paso más dedicándole un baile privado al soltero. Isidoro miraba incrédulo pero, cuando menos lo esperaba, todo se terminó y Alexandra abandonaba la habitación: “¡Cómo está el patio!”, exclamaba.

Mientras tanto, Natalia había estado preguntándose qué hacía su chico. Pero dejó las lágrimas a un lado y aprovechó el tiempo al máximo. Tras caminar por el paseo de las estrellas sin reconocer apenas nombres, ella también acudió a su suite.

Sabía que el chocolate es una de sus tentaciones y había comprado uno muy especial. Tras aplicarlo en su brazo, el soltero disfrutaba del sabor, pero Natalia le interrumpía porque le resultaba “anti erótico”. Pronto llegaron los besos y cuando Isidoro creía que Natalia dormiría con él, ella repetía la actitud de Alexandra: “tengo ganas de estar contigo pero sola, sin que tengas a nadie más en tu cabeza”, le espetaba. Isidoro permanecía incrédulo: “yo pensaba, esta noche la clavo seguro”, pero no.