La casualidad quiso que Javi llevara a sus chicas al mismo sitio que habían elegido Álvaro y Luis Carlos. El ‘tito Javi’, como él mismo se autodenominó, pretendía dar una lección de conquista a los mellizos ya que su juventud les da también inexperiencia.
Javi cumplió su objetivo, pero solo al principio. Consiguió llevarse a la chica de Álvaro, Sara, ya que ella es “mucha mujer para ti, churri”. Sin embargo, solo lo hizo para dar una lección a la joven para que aprendiera a llamar la atención del soltero. Quién iba a imaginar que el que iba a quitar la chica no iba a ser Javi. Efectivamente, fue Luis Carlos. Lucía quería hablar con él y el soltero acudió raudo a su petición. Arropados bajo la misma manta, no tardaron en besarse para estupor tanto de las chicas del soltero como del soltero de Lucía, Javi.
Los acontecimientos daban un vuelco a la situación. Luján Argüelles reunía a las madres de ambos solteros para mostrarles lo sucedido. Ambas estaban de acuerdo, sentían vergüenza. Por ello, cuando Isabel llegó a casa, no dudó en demostrar su enfado tanto a ellas como a él.
Ya a solas con Javi le espetaba: “Qué vergüenza, en mi vida me he sentido tan avergonzada”, decía y se marchaba de casa. Quizá fue esto, tal vez los besos de Lucía… Pero lo cierto es que Javi tomó una decisión.
Reunió a sus chicas y decía: “Anoche se nos fue de las manos, bueno se le fue a una persona” y miraba a Lucía. La pretendienta no podía creer lo que escuchaba, se quejaba de ser expulsada por algo que Javi hace cada día (besar a varias chicas). Sus quejas no fueron suficientes, Lucía explicaba su comportamiento: “Si me apetece pasear la lengua la paseo por donde me apetezca" y se iba.