“Ellas no quieren tus besos si no les das todo el amor que hay en tus huesos”, así suena una famosa canción, y así lo ha comprobado David en su propia casa. Por primera vez en su vida, el stripper sabe lo que es encajar un rechazo, y lo hace por partida doble.
Primero fue Vanessa, tanto roce para conocer y tanto cariño le parecía completamente fuera de lugar, “no pienso comerme las babas de otra”, aseguraba y así lo hizo. Pese a los intentos y reclamos de David para conseguir un ‘acercamiento’, Vanessa tuvo claro que no era mujer de una sola noche. Pero la chulería de sus palabras le condenaron, David no dudó ni un segundo en forzar su expulsión.
Caso contrario es el de María. La joven ha sido capaz de ofrecer la cantidad perfecta de cal y arena. Su primera cita bastó para caer en brazos de David, pero la historia no llegó a palabras mayores, “dejar con la miel en los labios”, que se suele decir. El corazón de David latía más rápido a medida que María le rechazaba.
Y entonces Raquel se cruzó en el camino, y ella no dijo que no. David comenzó a experimentar tras los múltiples rechazos de María, la exaltación de una relación consumada, y llega a plantearse asumir la paternidad del hijo de Raquel, si su historia llega a mayores. María pierde puntos con sus infantilismos, tanto ‘NO’ y tanto celo consumen la paciencia de David, ¿se decantará por una niña o por una mujer?.