Víctor sufre la picadura de un pez venenoso y pone en jaque la fuerza de los hombres Merino

cuatro.com 24/05/2012 00:15

Durante el primer día de pesca, un pez venenoso muerde a Víctor. Su estado empeora en minutos y la tribu se prepara ante una posible marcha. La familia se vuelva con él y gracias a los cuidados de los Shiwiar, mejora y se recupera.

Sin embargo, los hombres de la tribu se preocupan por los acontecimientos y quieren hacer entender a la familia que lo que se juegan en la selva cada día es peligroso: “La selva no es una broma y veo que lo habéis comprendido, muchos riesgos nos rodean.”

Notan que los Merino no están familiarizados con animales y no entienden cómo David, pudo alterarse tanto con un pequeño mordisco de un caimán: “No sabemos por qué te asusta el mordisco de una cría de caimán, debido a tu gritos no hemos podido traer comida”

La susceptibilidad de los hermanos en la selva pone en duda su hombría y la tribu les pide un esfuerzo para superar sus miedos: “Los hermanos daréis el paso más importante para un joven guerrero, debéis ser fuertes y perder el miedo a los animales”

Mientras tanto, Carlos sigue haciendo las delicias de los hombres de la tribu: “Estamos orgullosos de tu actitud, no solo has dominado la canoa, también has dominado tu ánimo y has vuelto a ser tú mismo”. El cabeza de familia de los Merino ha superado sus problemas de salud y sus limitaciones físicas, y lo ha hecho sin perder la sonrisa de su rostro. Aprovechando el buen estado de salud de Carlos, el consejo lanza un ultimátum a los hombres, con el que esperan solventar los problemas de los hermanos con la naturaleza que les rodea, deberán salir de caza a la selva, pero esta vez no podrán volver sin alimento.

Las mujeres de la familia son el verdadero orgullo de la tribu, lejos quedan los llantos y las quejas. Marisol y Cristina se han hecho un hueco en la tribu con su trabajo, y las mujeres de la tribu lo reconocen: “Vuestra labor en la tribu se nota cada día más y eso nos hace felices. Recogéis la leña y la yuca, preparáis los alimentos con nosotras, y cuidáis de vuestros hombres. Seguid así y seréis Shiwiar”.

Sin embargo, no es suficiente. Su nueva misión será valerse por sí mismas, tendrán que ir a cortar el árbol del palmito y lo haréis sin ayuda”.