Luismi y Aman Digei desarrollaron un vínculo especial el uno con el otro durante el viaje de las familias a las tribus. Fue mucho el tiempo que pasaron juntos y ambos se sintieron como parte de una familia tras la aventura.
Dos años después, cuando el mensaje de los Recuero Oliva llego al poblado Mentawai, algo enturbió el momento: Luismi no estaba con Sonia y los niños. La tribu comenzó a cavilar, la posibilidad de que su gran amigo Luismi estuviera muerto o enfermo ennegreció el viaje a España, la impaciencia por saber de él les carcomía.
Sonia les explicó, a su manera, que Luismi ya no estaba en casa. Ambos estaban separados, lo que visiblemente les había afectado a todos.La tribu entendió la noticia como una severa falta de respeto hacia el rito por el que les casaron en Siberut, y prefirieron dejar la conversación para otro momento, la cosa no iba a ser tan fácil, no iban a permitir que la familia se separara.
El reencuentro con Luismi
Desde su llegada a Madrid, la tribu no había visto todavía a Luismi, y aprovechando la visita a un partido de fútbol de Jonny, éste decidió darles una sorpresa y aparecer sin avisar.
Lili fue la primera que se tiró a sus brazos, todos se fundieron en un fuerte abrazo, la emoción iba en crescendo y las preguntas acerca de él y Sonia no se hicieron esperar. Los chamanes tuvieron un encuentro el privado con él, mientras esperaban a Jonny en el vestuario, y aprovecharon para hablar en confianza con su amigo sobre Sonia.
Luismi explicó cómo ha cambiado su vida en estos dos años, asegura haberles echado muchísimo de menos, les siente como su propia familia, y asegura que lo que ha pasado con Sonia no cambiará las ganas que tenían de verles y su estancia en España.
Aún así, Aman Digei y Salomo, no cesarán en sus intentos de volver a ver junta a la familia. Creen que Luismi era mucho más feliz antes, no le ven bien, "un hombre no puede vivir solo", aseguran. Pedirán ayuda a los espíritus y todo se arreglará.