REC: Enganchados al videojuego

cuatro.com 01/12/2010 20:56

Cada vez jugamos más. Y cada vez somos más los que jugamos. El videojuego ha dejado de ser un pasatiempo de adolescentes para ser concebido como un nuevo medio de expresión que muchos elevan a la categoría de arte. Y también para convertirse en el sector cultural con mayor proyección de futuro y que más beneficios genera en todo el mundo. Y es que esta industria factura más que el cine y la música juntos.

Sin quererlo, y quizás también sin saberlo, nos hemos convertido en adictos a los videojuegos. ¿Pero es eso un problema o solo un síntoma más de que vivimos en pleno siglo XXI? ¿Dónde acaba la afición sana y dónde empieza el peligro real? Esta noche, REC se adentra en el sector del videojuego en nuestro país, para hacernos una idea de lo que significa esta poliédrica industria.

Constatamos que, desde niños a mayores, pasando por los usuarios de siempre y los nuevos aficionados, el videojuego se ha instalado en nuestras vidas. España es el cuarto consumidor de videojuegos del mundo. Y nos estamos convirtiendo en uno de los mayores exportadores de talento en este sector, como descubrimos en nuestras visitas a Novarama -empresa creadora de Invizimals, el juego de realidad aumentada que ha batido todos los récords de ventas en Europa- o a Mercury Steam, la elegida por la prestigiosa Konami para desarrollar la última versión de uno de sus sagas más emblemáticas, Castelvania.

Los datos son claros: esta industria supone el 53% del mercado del ocio digital en España. Pero, al mismo tiempo, cada año son más las personas que tienen que acudir a un centro de salud para pedir ayuda por su problema de adicción a algunos videojuegos.

Entre dragones y princesas, juegos de baile, competidores de élite y pioneros, nos preguntamos si nos habremos convertido en unos auténticos cyborgs y si algún día nuestra vida real acabará compitiendo con nuestro mundo virtual. Esta semana en REC: Reporteros Cuatro intentaremos tomar el pulso a la industria y la cultura del videojuego en nuestro país y descubrir si, realmente, vivimos enganchados a los videojuegos... sea lo que sea lo que esto signifique.