Satoshi Kon es el responsable de esta serie de anime, considerado por muchos el David Lynch del género. Experto en dramas psicológicos y tramas absorbentes, Kon ha puesto todo su saber hacer en Paranoia Agent.
En el primer episodio conoceremos a Tsukiko, una tímida dibujante, creadora de Maromi, el personaje de moda. El estudio de animación la presiona para que acabe su próxima creación, pero ella se siente bloqueada. En el clímax de su desesperación, un misterioso muchacho la ataca con un bate de béisbol dorado. Dos policías entran a investigar el asalto, pero el caso se complica cuando más y más personas caen víctimas de ataques del chico de los patines dorados, el Shounen Bat.
La mezcla de personajes y sus guiones bien rematados, abordan temas con gran carga social, revelando los aspectos más oscuros de la sociedad japonesa, desde su obsesión por los iconos culturales a la pérdida de identidad personal, pasando por las condiciones de trabajo de los animadores, la subcultura otaku o la competitividad escolar, y llegando a tratar temas tan duros como la pedofilia o los suicidios pactados por internet.