"Ha sido un día raro. Porque era lunes y, sin embargo, la gente parecía contenta. Españoles, contentos, lunes.... sólo el fútbol podía lograr algo así. Dieciséis millones de personas, casi un 80 por ciento de la audiencia, dejó de respirar durante cinco segundos; los que empleó Fàbregas en marcar el penalti decisivo. Las cosas nunca son lo que parecen. Casi siempre son menos, pero en ocasiones son más. El fútbol, por ejemplo. En origen, un simple juego. En la actualidad, una fiesta, un drama, una pasión, la guerra de las gentes que no aceptamos la guerra. Los que desprecian el fútbol no son capaces de valorar su poder aglutinante. ¿Hay algo que haga vibrar a esta familia mal avenida que es España como lo logra el fútbol?. Seguramente nada. En esta edición de "noticias cuatro" -dentro de unos minutos- el presidente del gobierno va a saludar a Luis Aragonés y a Iker Casillas. Será el encuentro de todos nosotros con todos nosotros. Como ayer, en el abrazo del Rey con el seleccionador. Sólo después de celebrar esta alegría común, entraremos en los demás territorios de la actualidad. Con la economía, deteriorada, y los anuncios de austeridad. Y con el día después del congreso del PP. ¿Será verdad que los populares inician un tiempo moderado, con pelea política dura pero sin la batuta de los extremistas?. Ya lo veremos. Muchas señales nos invitan a la esperanza. Lo desearíamos de verdad. Pero no faltan otras que nos hacen recelar, que nos traen a la memoria la Paz de Versalles, de 1919. Entonces, se creía estar cerrando la primera guerra, pero resultó que se estaba incubando la segunda."