Noelia vive actualmente sola en el piso que hace algunos meses se compró con su pareja, un joven cubano que actualmente trabaja como pintor en Rusia.
Es hija única, de padres separados y siente miedo a la soledad.
La joven, que trabaja desde hace cinco años como auxiliar administrativo, lleva desde octubre compartiendo gastos, responsabilidades y, sobre todo, facturas con su pareja.
Desde entonces asegura que su vida ha dado un giro, y en la actualidad ya no experimenta la alegría de vivir, ni siente las ganas de cuidar su aspecto, algo que la caracterizaba antes.
Noelia se siente mal, falta de ilusión y estímulo, apagada, triste.
Entra en La Casa de Cristal porque busca en el programa las claves para recuperar esa faceta de su carácter que ha perdido con la llegada de nuevas responsabilidades en su vida.