Melinda tiene el don de comunicarse con los espíritus que están en tránsito entre este mundo y el más allá desde que era pequeña. Su abuela también poseía esta habilidad y fue quién le explicó cómo utilizarla para ayudar a la gente. Con el tiempo, Melinda descubre que además su madre también tiene capacidad para ver a los espíritus pero siempre lo ha negado y no quiere hablar del tema. La relación entre madre e hija no es demasiado buena, la madre de Melinda nunca ha sido comprensiva con ella y lo que es peor, no la ha ayudado a sentirse bien con su don, al contrario.
Lo que más destaca del carácter de Melinda es su predisposición a hacer el bien. Es una persona muy comprensiva a quien le gusta ayudar a los demás. La mayoría de las veces, debe resolver un verdadero rompecabezas para solucionar los casos. La responsabilidad que Melinda se impone es dura pero al ver los resultados de su trabajo, comprende que su don no es una carga sino algo bueno.