A los 4 años descubrí cual era la pasión de mi vida, y desde entonces no he parado de jugar al fútbol. Como sé que es muy difícil llegar a vivir del fútbol, tengo planeado estudiar arquitectura.
Entre mis cualidades cabe destacar que soy humilde, ambicioso, y simpático, y también que no sé perder.
Si consigo ser un Crack, se lo dedicaré a mi padre.