Antonio es un policía retirado que en 2005 fue condecorado por el Gobierno de Ceuta al salvar a dos mujeres de un accidente pirotécnico. El suceso le llevó a perder el 98% de visión, pero dice no sentirse un héroe porque "era un policía cumpliendo sus funciones". Ahora cobra menos de la mitad del sueldo que percibía, no le han indemnizado y se enfrenta a un desahucio inminente. “Una guardia civil ha abierto una cuenta para ayudarme. El Gobierno de Ceuta da el silencio por contestación”, explica Antonio. El expolicía está indignado por su situación y afirma que “le han robado la vida”.