Comienza el día en la consulta con House entrevistando prostitutas en pleno diferencial, Chase, Taub, Park y Adams alucinan con la falta de escrúpulos de House al hacerlo de manera tan pública, a la ver que no entienden el por qué de tanto formalismo. House se explica: "Para conseguir el puesto,un putón... perdón, una meretriz debe tener una combinación de aptitues que encuentro interesantes/entretenidas que considero útiles para los 57 minutos que sobran de la hora que le pago", afirma.
Y es que su Emily, su chica de confianza para favores sexuales, le deja después de tanto tiempo. Ha encontrado un hombre que le acepta tal y cómo es y deja el oficio para casarse. House intenta convencerla de que no le deje: "Te necesito, por favor no lo dejes, eres la única puta que conozco que afina pianos".
Adams no está para nada de acuerdo con las excentricidades de House, mientras el paciente desarrolla síntomas que no saben encajar, él sigue haciendo pruebas en su despacho. Ante la indignación de la doctora, House responde: "Como no tienes nada relevante de qué informar, solo cabe deducir que vienes a arrojar las bragas al ring".
Que el paciente conviva con una muñeca de plástico, abre un interesante debate en el hospital. Todos le toman por loco y el único que defiende al paciente es House: "Un tío ama a un ser imaginario que nunca le va a responder, no está más loco que millones de feligreses", opina.
House no cree que haya nada de malo en interactuar con una muñeca y opina que todos tenemos una muñeca en nuestras vidas, a modo de padres, de ex marido, de hijas, etc. Adams no está para nada de acuerdo en que ‘relacionarse’ con un trozo de plástico resuelva nuestros problemas y lanza una pregunta: "Y si los cinco nos acostáramos entre nosotros y con una muñeca de 7.000 dólares, ¿eso resolvería nuestras inhibiciones?"
Taub: "¿7000?"
House: "¿Adams sugiere que nos acostemos todos juntos y te preocupa el precio?"