Amebas en el líquido que rodea al cerebro

cuatro.com 17/05/2012 23:12

Desde que el paciente ingresa en el hospital el equipo de diagnóstico se decanta por centrarse en problemas cerebrales. Las primeras analíticas sirven para descartar la trombosis, las venografías dan negativo y barajan la posibilidad de que el paciente consuma drogas. House orde al Chase y Adams que registren su apartamento, y allí encuentran una gran sorpresa: el paciente convive con una muñeca de plástico.

El paciente se justifica, no se considera ningún pervertido, sabe que su muñeca no es una persona, ha tenido relaciones, pero ninguna mujer le ha llenado, "no vale la pena sufrir lo que haría falta para encontrarla", afirma.

Mientras tantos dos nuevos síntomas se suman a su cuadro sin que tenga una clara enfermedad diagnosticada: fiebre y neurológicos, este último por el tema de la muñeca a la que considera su novia.

House cree que la muñeca ha podido pasarle algún tipo de bacterias al de tener relaciones con ella. Para confirmarlo, Adams le realiza a la muñeca un examen pélvico y descubre una masa de aire en el abdomen de la muñeca, lo que en una persona indicaría cáncer de estómago. Para salir de dudas, le realizan una cirugía. Negativo para cáncer.

El paciente sufre un desvanecimiento, las pruebas muestran crepitaciones en los pulmones, que pueden deberse a depósitos de silicona, el tratamiento es realizar una plasmaféresis para limpiar la sangre. Pero comienza a tener alucinaciones, el hígado le falla. El fallo hepático demuestra que no es la silicona.

La Fibrosis vuelve al cuadro de diagnóstico y el tratamiento es con esteroides. El paciente cada día está más bajo de ánimos. Adams empatiza con él, y hablan sobre cómo afecta la muñeca a sus relaciones. La última mujer con la estuvo le partió el corazón, era una instructora de yoga nunca sintió por él lo mismo que él sentía por ella. La muñeca es un molde de su ex novia.

El estado del paciente empeora cuando la luz comienza a cegarle, tiene el cuello rígido y vómitos constantes. La medicación no le hace efecto y entonces Chase da en el clavo: durante el registro en la casa del paciente encuentra una tetera algo rara. Esa tetera no es ni más ni menos, que un ETI, un método indio para limpiar los senos de la nariz durante la época de alergias. Con agua destilada es eficaz, pero con agua del grif 0puede actuar como un sistema para llevar amebas al líquido que rodea el cerebro. El estado del paciente mejora cuando se le comienza a tratar con Metronidazol.