El nuevo paciente es un fiscal que sufre un colapso durante un juicio. Foreman descarta infarto y ataque de ansiedad, pero el equipo de House no coincide: La doctora Park baraja herpes, Taub cree que es neumotorax y la doctora Adams piensa que puede haber sido envenenado.
House cree que la mujer del paciente le ha envenenado y envía a Adams y Park a su casa en busca de pruebas. Después de descubrir un arsenal de armas escondido en la casa, los doctores intentan saber la causa de la paranoia del paciente. House propone hacerle un test mental, un TAC y una prueba por si hubiera consumido cocaína.
Tras hablar con su mujer, al paciente le sale una herida en forma de círculo en la pierna y le sube la fiebre. El caso da un giro y los doctores creen que es tuberculosis o esclerosis.
Tras nuevas pruebas, el paciente sufre un ataque de paranoia y destroza su habitación del hospital. Chase cree que es esquizofrenia u otra alteración psiquiátrica, pero el paciente sufre una nueva crisis: Se le obstruye la traquea y se ahoga.
Al final House descubre que el paciente tiene difteria y lo explica así. “La traquea no estaba inflamada, sino bloqueada por una pseudomembrana que crecía en ella. El veneno no venía de su mujer, sino de una bacteria cabroncilla cuya caca podría provocar dolor torácico, distress respiratorio, ulceraciones, el crecimiento de una membrana en vías aéreas y en caso muy raros, alucinaciones”.
La difteria es una enfermedad infecciosa epidémica y se caracteriza por la formación de falsas membranas que se adhieren a las superficies mucosas de las vías respiratorias. Suele producir un engrosamiento del cuello conocido como ‘cuello de toro’. Para su tratamiento es necesario el uso de antibióticos.