"Pensé que Wilson era un drogadicto, pero es mucho peor"

Marcos Íñiguez 03/05/2011 17:06

House está preocupado. Wilson no levanta cabeza desde que le dejó su ex, así que intenta llevárselo de marcha.

Wilson: ¿Cuál es la consulta?

House: Necesito tu opinión médica del bar al que iremos luego a celebrar el final de tres meses de revolcarte en el fango por Sam.

La gatita de Wilson y la 'Solteronitis masculina'

Cuddy intenta convencer a House que lo de la gata de Wilson no es para preocuparse, pero él tiene salidas para todo:

House: No necesita una linda gatita para darle afecto, la necesita para cepillársela.

Wilson llega a su casa y se encuentra que House está en su cocina. Se ha colado.

Wilson: ¿Qué es esto?

House: Una intervención. Prueba A: Una bolsa llena de nepeta cataria. También conocida como...

Wilson: Más vale que eso no sea lo que creo que es (mirando a una caja)

House: Si te refieres a tu nueva novia yonki, aciertas

Wilson: Vale, bien, tengo una gata. Suelta el sermón

(House descubre que Wilson tiene una gata y se lo recrimina) No creo que aprecies la gravedad de tu situación. Vas cuesta abajo al último estadio de solteronitis masculina. Esa gata diabética a la que chutas insulina y compras papelinas de hierba gatuna significa que renuncias a encontrar a alguien.

House: Se llama Sara. Las mujeres se llaman así, no las gatas. Qué diría Freud de esto.

House: ¿Quién no querría tener una gata que palmaría si no vienes a casa dos veces al día para chutarle? Es como tener un botón en Perdidos.

Las diablesas de Charliey la puta de Java

House: Quizás tu subconsciente tenga miedo de que te mueras solo y se manifiesta con monsergas y estornudos. Demuestra que exagero bastante. Noche de farra en las diablesas de Charlie. Su slogan dice: "Donde las guarras guarrean".

(House empieza a analizar las chicas que están en el pub) Muy gorda, muy flaca, muy desesperada, no lo suficientemente desesperada. Vamos, puedes insultarlas tú también.

Wilson: Mejor no

House: Si las deshumanizas ahora te sentirás mejor luego, cuando las ates a una mesa en el sótano o... lo que sea.

House: Cerébro y tetas, la madre de todo el cordero.

House: Bueno, quiero oír todos los detalles guarros, lácteos y concretos de tu noche con Java la puta.

El suspenso de Taub y el Departamento de Foreman

Taub ha suspendido un examen y si no aprueba la repesca perderá su puesto. House no quiere perder a su cirujano, así que le pone un tutor para asegurarse de que estudie.

House: Escoge tu verdugo: a Chase si quieres libar cerveza australiano y compadecerte de las penas del divorcio; a Masters si quieres energía nerviosa, tarjetas didácticas e insoportables listas de datos arcanos; a Foreman si quieres ser vejado por un sargentón sin sentido del humor.

Taub. Foreman

House: Interesante. Estás más preocupado de lo que pareces.

Como parece que Foreman no está cumpliendo con su trabajo, House le pone a hacer trabajo extra y empieza a tirar muchos documentos en la mesa al lado de Foreman.

Foreman: ¿Por qué me das esto?

House: Mientras el resto hace las pruebas, tú rellenarás todo el papeleo del seguro

Foreman: Hay un departamento para eso

House: Sí, el departamento de Foreman, del cual tú eres el encargado. Sé que tienes tiempo porque un pajarito me ha dicho que has cesado en tu puesto de salvador de Taub.

Otros pildorazos

(A la paciente)

House: ¿Me recuerda? Es coña.

House: Si le consuela, todo el mundo muere solo.

House: Tengo una noticia buena y una mala. La buena es que tenía razón, tiene una enfermedad autoinmune, solo es alérgica a la diálisis.

Paciente: Pero si no pueden hacerme diálisis y me fallan los riñones... ¿Me voy a morir?

House: Ha adivinado la mala.