Yedra saca todo el odio y acusa a su padre de abandonarla: "Nunca me llamaste"

cuatro.com 24/06/2017 00:01

Así era la convivencia antes de que Jero llegara. El hecho de que su madre le haya pedido el favor de acercarse a por una docena de huevos ha resultado ser la chispa que ha encendido la mecha de Yedra. La joven se ha negado a ir a comprar y su madrastra, ante su rebeldía, le ha privado de su teléfono móvil, lo que ha provocado su enfado. Empujones, gritos, patadas e incluso mordiscos, así se las ingenia Yedra para recuperar su bien más preciado.

Yedra quiere salir de fiesta con sus amigos o, como dice ella, a “hacer botellón y fumar porros”. Pide a sus padres que le acerquen hasta el lugar y ellos se niegan porque tienen otras cosas que hacer. Esto despierta la ira de la joven, que no duda en gritar, golpear, insultar a la mujer de su padre e incluso dedicarle algún que otro gesto soez. Así se las ingenia para joven para salir de casa, porque al final consigue su objetivo.

Padre e hija han llevado a cabo una actividad para buscar el origen de su distanciamiento. Yedra no ha tardado en abrir la caja de Pandora y soltar por su boca todo el odio y el rencor que lleva dentro: “Me cambiaste por tu mujer, estuve en un centro y ni me llamaste, nunca me llamaste…” Su padre hace lo posible para que entre en razón pero ella se aferra a sus sentimientos: “Si siempre estuve en la calle, ¿qué normas impones ahora?”

Una mala experiencia del pasado marcó la vida de Yedra durante su estancia en primaria. La joven no solo recibía burlas e insultos de sus compañeros de clase sino que llegaron a cortarle el pelo para mofarse de ella. Yedra acumuló rencor por el acaso recibido hasta que llegó a rebelarse. “Elevaste tu autoestima con agresividad”, sentencia Jero.