Cayetano: "Mi padre era más estricto que mi madre pero cuando faltó, ella se dio cuenta de que tenía que poner orden"

cuatro.com 09/01/2015 22:56

"Como me toques otra vez te pego un guantazo";"Te pego un trancazo en la boca"; "No valéis nada"; "Me das asco"; "Estás muerto para mí"... Esas son algunas de las frases que escuchan a diario Pepi y Manoli, los padres de Cristian, un joven de 19 años que tiene tiranizado a sus padres y al que le ha dado la espalda prácticamente toda la familia.

La situación en casa es insostenible y sus padres no saben como afrontarlo. "Siempre hace lo que le da la gana. No tiene puntos del coche y lo sigue cogiendo. Me va a quitar la vida. He intentado poner normas pero no ha respetado nada. Me tiene mucho odio y disfruta haciendo daño, donde más me duela, en las cosas del campo. Lo estoy pasando mal", dicen los padres de Cristian.

Sin embargo, a Cristian no le importa la situación que se vive encasa y siempre encuentra excusa para su comportamiento. "Mi padre ha sido muy estricto y le tengo asco. Mi padre ha sido infiel y no se lo perdono. Se merece una hostia", dice Cristian que se vuelve totalmente incontrolable cuando sus padres le llevan la contraria, llegando incluso a propinar un cabezazo a su padre.

Pedro García Aguado le retira el coche a Cristian

Cristian es incapaz de acatar normas en casa y en la calle y uno de los objetivos de Pedro García Aguado es que se responsabilice de lo que haga y que vea que todo lo que está ocurriendo es por lo que está haciendo. Además, Cristian conduce de forma alocada y sin puntos poniendo en peligro su vida y la de otros conductores. Antes de empezar la terapia, Pedro García Aguado tiene que evitar que haga daño a otras personas y a sí mismo por lo que opta por inmovilizar su coche.

La llegada de Pedro García Aguado enerva a Cristian, que no soporta la idea de quedarse sin coche. "Conmigo no juegas. Si me quieres ayudar, ayúdame pero si quieres caña te puedo dar caña. Yo no soy como los otros chavales que has visto, conmigo no te va a ser tan fácil. Si vienes a competir vas a perder", le dice el joven al coach.

Sin embargo, las provocaciones no sirven con Pedro García Aguado. "No hay que entrar en su juego sino cortar con argumentos tajantes. Él juega con vuestro sentimiento de culpa pero eso tiene que desaparecer", dice el coach, que considera imprescindible que el joven sea consciente de lo privilegiado que es por poder trabajar en la empresa familiar. "El que quiere aprender aprende. Tú eres el hijo del dueño y tienes una serie de necesidades cubiertas hayas trabajado o no. Vives en un sitio donde hay trabajo. El trabajo lo tienes aquí si lo quieres pero hay que sudarlo. Deja de quejarte, siendo el hijo del dueño hay que dar la cara, hay que estar más encima, hay que aguantar algunos gritos de tu padre… Él haya o no siempre dice qué hay que hacer porque necesita el trabajo."

La postura de Pedro García Aguado enfada aun más a Cristian. "Coge tu coche y vete. Como yo tengo la culpa siempre, tú para tu pueblo y yo me voy de mi casa", dice Cristian, que tiene que aprender a controlar su ira. "Estamos trabajando para que ese rencor, esa forma de comportarte, eso de focalizar hacia tu padre se diluya. Si ante los problemas y las situaciones que no controlas sales corriendo es una huida hacia ninguna parte, no vas a parar de huir. Hay que afrontarlo de otra manera."

"Os voy a hundir, eres un embustero y un alcoholico"

Cuando alguien le lleva la contraria, Cristian huye. La comunicación con sus padres está muy deteriorada por lo que Pedro García Aguado considera fundamental que la familia se diga por primera vez las cosas a la cara. "Estoy harta de él y de oir que su padre me ha engañado. No me ha engañado", dice Manoli, que se queja de que su hijo no respete las normas. Nada más empezar la actividad, Cristian pierde los nervios. "Se ha ido con otra, lo he visto con mis propios ojos. Mi padre no ha sabido educar ni criar a sus hijos. Os voy a hundir. Eres un embustero y un alcohólico. Eres un perro vago asqueroso", le dice a su padre.

A las palabras de Cristian, su padre reacciona reconociendo quee se refugió en el alcohol para olvidar sus problemas. No has sabido respetar ni obedecer. Me harto de trabajar para ti y solo has gastado dinero", dice el joven, que según Pedro García Aguado tiene justificaciones para todo no se responsabilizas de nada. "Espero que aprendas a pararte, a pensar las cosas porque llevas toda la vida haciendo las cosas por impulsos y eso tiene consecuencias. Crees que vas a quedar mal si ellos dicen algo y cualquier persona que diga lo que no quieres oír va a ser un mentiroso. No puedes pensar de alguien que está mintiendo cada vez que alguien dice algo que es lo contrario. Hay formas de hablar, razonar, te vas, respiras, me pides 10 minutos. Te estamos ayudando a calmar esa ansiedad y ese rencor. Vas a tener que escuchar cosas que no te gustan pero eso no te deja en mal lugar. La vida es así", dice el coach.

"Toma la actitud de víctima, no de responsabilidad"

Para ayudar a Cristian, Pedro García Aguado necesita entender cuando empezaron a cambiar las cosas. "He sido exigente y le he tenido que dar un azotazo se lo he dado. Siempre estaba inquieto y se cortó los dedos. La familia se volcó en él y algunas veces se saltaron las normas", explican sus padres que aseguran que Cristian quiere que se separen. "Se pone muy agresivo y me falta mucho al respeto. Dice que he sido infiel pero yo no le he sido infiel. Estaba con unos amigos, me sentó mal la bebida y me agarré a un amigo y una chica. Empezó a decir que era infiel", le dice al coach de Cuatro que explica a Pepe y Manoli que su hijo les manipula. "Usa el chantaje emocional como arma y vosotros creéis en sus palabras. Toma la actitud de víctima, no de responsabilidad sino de víctima: estoy así por vuestra culpa cuando él no hace nada por ganarse la vida. Ninguno de los dos os merecéis este trato."

Cristian, a Aguado cuando cree que le ha destrozado el coche: "Voy a intentar hundirte ahora"

Cuando Cristian no consigue lo que quiere y se enfada con su padre destroza los cultivos y las herramientas. Es necesario que el joven se ponga en la piel de Pepe y sienta lo mismo que siente en él cuando en un ataque de ira el joven rompe los invernaderos. Para ello, el coach de Cuatro le hace creer que le ha destrozado el coche. La reacción no se hace esperar. "Me has hundido y yo voy a intentar hundirte ahora. Te has equivocado y te vas a arrepentir. Yo haré que te arrepientas", dice Cristian que por primera vez entiende lo que siente su padre. "Le aplasto, le hago sentir como una mierda. Antes solo me ponía en mi piel", dice el joven, que empieza a escuchar los consejos de Pedro García Aguado. "La próxima vez que se te ocurra romper un plástico o quitar una mata acuérdate de que tu coche y tu esfuerzo se había convertido en un amasijo de hierros. No juegues con el esfuerzo de tu padre, con su vida y con su felicidad, que es hacer todo eso para que tú y sus hermanos sean felices."

Pedro G. Aguado, a Pepe: "Tienes que mantenerte firme en el no"

Aunque con su hijo es incapaz de hacerse respetar, con sus trabajadores Pepe es muy distinto. En el trabajo, Pepe es un hombre firme y no se deja ningunear. "Hay que hacerlo y aquí el que manda soy yo. Si no lo quieres hacer tendrás tus consecuencias", le dice a Abdul, que siguiendo instrucciones de Pedro García Aguado se muestra rebelde y no hace caso a Pepe. "Esta convicción que has tenido y has demostrado con Abdul es la que hay que tener en casa con Cristian. Tienes que mantenerte firme en el no y si no lo hace tendrá sus consecuencias. Si lo haces aquí tienes que trasladarlo a la educación de tu hijo", le dice Pedro García Aguado a Pepe.

Cristian se rompe: "No he hecho bien las cosas"

Con su comportamiento, Cristian ha provocado que toda su familia lleve un gran peso a sus espaldas. El sufrimiento de sus familiares es muy grande y por primera vez, Cristian es consciente de lo que está provocando. "He sentido mucha presión y mucha malestar", dice el joven, que con el paso de los años, ha cambiado la pataleta por la fuerza. Cuando algo no le gusta pierde los papeles, recurre a la violencia y huye. Pedro García Aguado necesita que Cristian reaccione por lo que opta por encerrarle y enfrentarle a la misma situación que viven sus padres cada día. "Yo quería irme de aquí", reconoce el joven, que incapaz de expresar sus sentimientos decide escapar. Finalmente se rompe. "Si alguien te importa no se le pisa, se sienta uno y se arregla. Se acabó la violencia."

Tras la actividad con Pedro García Aguado, Cristian se reúne con Sonia Cervantes. "La vida a veces es así. No enfrentarse a los problemas genera frustsración y tú se lo has hecho pagar a otras personas", le dice la coach a Cristian, al que ata los pies delante de un camino de cristales. Afortunadamente, su padre está ahí para ayudarle. "Te ha dado las herramientas para que lo hagas. No lo ha hecho por ti", le dice Sonia Cervantes a Cristian, que reconoce que su comportamiento con su padre no es el adecuado. "No he hecho bien las cosas. No me he dado cuenta hasta ahora pero siempre ha estado ahí. Eso es lo que más me duele, que no lo he visto hasta ahora", le dice a Sonia Cervante, que le explica que hay otras maneras de afrontar las problemas. "Todo se acaba solucionando aunque lo veas difícil al principio. Has afrontado los problemas en lugar de pegar gritos."

Cayetano: "Mi padre era más estricto pero cuando faltó, mi madre tuvo que poner orden"

Después de varias semanas de terapia, la actitud de Cristian ha empezado cambiar y Pedro García Aguado necesita que ese cambio se afiance. Para ello cuenta con la ayuda de Cayetano Rivera, que habla con el joven de cómo vivió su infancia y cómo su madre tuvo que volverse más estricta cuando su padre falleció. "Me parece terrible llegar a pensar que quieres que se muera. Yo perdí a mi padre cuando tenía siete años. Él fue estricto conmigo y con mi hermano. Pegaba una voz y nos poníamos firmes. Con el tiempo he aprendido que lo que intentaba era enseñarme para el futuro y lo que puede ser la vida. No he podido tenerle para seguir dándome consejos y poder apoyarme en él en algún momento. Mi madre nos consentía más y yo prefería pasar más tiempo con mi madre y ahora me arrepiento de no haber utilizado ese tiempo para estar más con él. Cuando faltó mi padre, mi madre tuvo que ponerse más estricta. Me sorprendió pero se dio cuenta de que no se podía seguir por ese camino porque estábamos asalvajados y éramos un poquito prendas. Se dio cuenta de que no era el camino y que tenía que poner orden en casa y en nuestra vida."

El diestro le explica cómo su madre tuvo que ponerse en su sitio. "Volaban zapatillas y algún guantazo también cayó", le dice al joven, al que trata de explicarle que lo que hacen sus padres es por su bien. "Esas son medidas desesperadas si no atiendes a la conversación a una lógica o un razonamiento. Todo es porque te quieren, porque se preocupan por ti y quieren que reconduzcas tu vida hacia algo mejor", dice el joven, que cree que es el momento de que Cristian empiece a ayudar a sus padres. "Tienes la oportunidad de apoyarte en él, echar una mano en casa y crear un ambiente de familia."

Por último, Cayetano Rivera le explica al joven que hay que asumir las críticas porque pueden ser una gran ayuda. "He tenido críticas. Mi apoderado era mi tío y él era el más crítico conmigo. Siempre he intentado seguir su consejo y me ha ayudado muchísimo. Para mí ha sido un pilar fundamental en mi profesión y en mi vida. Está en tus manos", le dice el torero, que invita al joven a compartir una jornada de campo con él y a probarse delante de una vaquilla.

Las palabras de Cayetano hacen reflexionar a Cristian, que por fin asume todos sus errores. "No me sentía así en mucho tiempo. Lo he hecho mal, no he valorado a mi padre como tenía que valorarlo y cuando uno se da cuenta duele. Me duele ver a mi padre y mi madre así", dice el joven, que se rompe al reencontrarse con sus padres. "Perdonadme", les dice entre lágrimas. Por primera vez en mucho tiempo, la familia de Cristian vuelve a estar unida, tal y como demuestran las imágenes de la celebración de la Nochevieja.