Juanjo: "He aprendido que con la violencia no se va a ninguna parte"

cuatro.com 17/10/2014 22:36

La convivencia en casa de Mari es imposible. Su hijo Juanjo, de 19 años ha terminado con la armonía familiar y la casa se ha convertido en un auténtico campo de batalla. Juanjo descarga su ira contra sus padres para sentirse respetado y conseguir salirse con la suya. Siempre lo consigue porque sus padres están aterrados. "He tenido que llamar a los mossos más de 50 veces. Cuando se enfada se lía a patadas, coge lo primero que pilla y te lo tira. Le tengo pánico", dice Mari, que cree que Juanjo aprendió toda esa violencia cuando estuvo en los 'Latin Kings'.

Juanjo sufrió una brutal paliza cuando era niño y decidió ingresar en los 'Latin Kings' para sentirse protegido

De niño, Juanjo era un niño muy cariñoso. Sin embargo, la situación cambió cuando en 2007 sufrió una brutal agresión: Juanjo tenía 11 años cuando más de 30 chavales le pegaron. Sus padres denunciaron los hechos pero ante la sensación de destrotección, Juanjo tomó una decisión que cambiaría su vida y la de su familia. "Mi hijo se metió en los 'Latin Kings' para buscar autoprotección", explica Mari, que hizo todo lo que estuvo en su mano para sacar a su hijo de esa banda. La familia tuvo que mudarse en varias ocasiones huyendo de este grupo y la situación familiar se fue deteriorando.

La situación familiar ha destruido la relación de Mari y Satur

La tensión en casa de Juanjo ha llevado a la familia a una situación límite. Las peleas entre Mari y Satur, que duermen desde hace meses en habitaciones separadas, son constantes, sobre todo, cuando Juanjo está de por medio. "La situación que tenemos con Juanjo afecta ala pareja, esto no es plan de vida", dice Satur, al que Mari acusa de no apoyarla lo suficiente. "Tenías que haber sido un padre desde la primera hora. Lo que tienes que hacer es no venir más. Cuanto antes vueles de mi lado, mejor. No vales como padre, no sabes ejercer como padre", le dice Mari a Satur.

El comportamiento de Juanjo ha roto la relación de Mari y Satur pero no han sido capaces de afrontarlo. La pareja no ha podido soportar la tensión y Mari se ha refugiado en internet, donde ha conocido a otra pesona. Así se lo confirma a Satur cuando salen de la casa que una casa que se ha convertido en un auténtico infierno. "Yo estoy conociendo a otra persona. Yo ya no tengo nada contigo, no siento nada por ti", le confiesa a Satur que se siente engañado.

Juanjo cree que su madre nunca le denunciará

Pese al sufrimiento que provoca en su familia, Juanjo está tranquilo. Ni siquiera la aparición de los mossos en su casa le hace reflexionar sobre su comportamiento. Los mossos se lo llevan en un coche patrulla a comisaría y le advierten de lo que puede suceder si sigue actuando de esa forma violenta. "Cualquier tipo de violencia que se utilice dentro de tu casa puede hacer que acabes detenido en un calabozo y un juez puede poner tres años de prisión. Una sola firma en este papel para tirar hacia delante lo que te he explicado y hay muchas madres que lo han firmado", le dicen los mossos a Juanjo, que cree que su madre nunca firmaría.

Juanjo, a su madre: "No me quieres"

Pedro García Aguado necesita saber el origen de la ira de Juanjo y organiza una actividad con la familia para que se digan las cosas a la cara. Sin embargo, la fuerte dependencia del móvil que sufre Juanjo hace que estalle. Por un momento, Juanjo cree que le han roto el móvil y lanza una maza a sus padres. "Cojo la maza y os parto la cara a todos", le dice a Pedro García Aguado que trata de hacerle entrar en razón. "Nada justifica la violencia", le dice a Juanjo, que finalmente se tranquiliza y vuelve a la actividad, en la que le reprocha a su madre que no le quiere.

Juanjo: "No me gusta vivir así"

Pese a las semanas de trabajo, Juanjo se resiste a cambiar por lo que Pedro García Aguado realiza una actividad en la que sienta la misma inseguridad que sienten sus padres cuando están en casa. Le deja en una plataforma en el mar y le reta a que vaya a recuperar su ropa si no quiere que la tire al mar. Juanjo se niega y cuando ve su ropa en el agua reacciona de forma violenta. "Eres un hijo de puta. Quieres que vaya y te parta la cara, partiendote la cabeza voy a estar mucho más tranquilo", dice Juanjo, que tras la actividad reconoce que no le gusta su vida y que la violencia no es la solución.

Poco a poco, Juanjo va reaccionando y decide hablar abiertamente con el coach de la experiencia que cambió su vida: la brutal paliza que 30 personas le propinaron siendo un niño. "Vinieron unos vacilones que querían jugar pero estábamos justos. Yo me defendí como pude. Volví al colegio cuando me recuperé y me rechazaron porque mi madre salió en la televisión", dice Juanjo que buscó refugio en los 'Latin Kings'. Durante un año perteneció a la banda hasta que su madre consiguió que saliera. "Decidimos abandonarlo y desaparecer. Tengo bastante rabia", dice Juanjo que reconoce que no fue una decisión y que su familia siempre estuvo allí para apoyarle y sacarle de allí. "Me siento bastante aliviado."

Mari y Satur se mantienen firmes frente a Juanjo y él es capaz de controlar su ira

Los cambios se van produciendo poco a poco y la familia está preparada para convivir de nuevo. Tras varias semanas de trabajo Mari y Satur aprender a reaccionar ante las exigencias de su hijo. Por primera vez, la pareja se mantiene unida y firme. Por su parte, Juanjo también es capaz de controlar su ira y aunque no cumple con las órdenes de sus padre, no estalla. "He aprendido que con la violencia no se va a ninguna parte", dice el joven.

Juanjo empieza a trabajar y con su sueldo regala comida a una familia sin recursos

La terapia y las actividades con Pedro García Aguado van surtiendo efecto. El cambio de Juanjo es más que evidente pero tiene que afianzarse. El coach cree que ha llegado el momento de que conozca a una familia que por culpa de la crisis se ha quedado sin nada pero permanecen unidos frente a la adversidad. La historia de Iván y sus padres deja muy impactado al joven. Nada más salir, decide aceptar el trabajo que rechazó unas semanas antes para poder mostrar su voluntad de cambiar. Además, la reacción del joven cuando cobra su primer sueldo sorprende a Pedro García Aguado. Con el poco dinero que gana, Juanjo se va a un supermercado y compra comida para la familia y sorprende a Ivan con su comida favorita: la pizza.

Después de varias semanas de trabajo con Pedro García Aguado, Juanjo se da cuenta de sus errores. "He sentido odio hacia mí mismo. Flipo. Ahora mismo les pediría perdón", dice Juanjo, que por primera vez en mucho tiempo es capaz de abrazar a sus padres. "Este es el niño que yo echaba de menos", dice su madre al comprobar que Juanjo ya no es el mismo.