Santi decide romper con su pareja e iniciar una nueva vida al lado de su familia

cuatro.com 15/11/2013 22:36

La convivencia en casa de Santi se había convertido en un auténtico infierno. Controladora, vengativa y cruel, Santi tenía atemorizada a su madre a base de violencia y humillaciones diarias. A sus 22 años, y acostumbrada desde niña a conseguir todo lo que quería, Santi no reconocía la autoridad de su madre. Los insultos y las agresiones se habían convertido en la forma de comunicarse con ella.

La situación familiar era insostenible. Su hermano, que había sido el gran apoyo de su madre, se marchó de casa para evitar las discusiones. "Todo el mundo se escabulle de este problema", confesaba la madre de Santi, a la que ninguno de sus hijos dejaba rehacer su vida. Pedro García Aguado ha tenido que poner a Santi los límites de los que careció de niña con una dura terapia de choque que ha puesto fin a los abusos.

Santi, tremendamente controladora

Desde que la madre de Santi se separara, sus hijos no vieron con buenos ojos que ella rehiciera su vida y siempre le reprochaban que cuando tiene pareja no se dedica a ellos. "¿No te da vergüenza ser una putilla?" Esa era alguna de las frases que Santi le dedicaba a su madre pese a reconocer que no puede tener queja del hombre con el que comparte su vida. "Es muy bueno, se preocupa por nosotros, pregunta... ", reconocían Santi y Alfonso a Ego, un joven que pasó por lo mismo que ellos y que les ha hecho entender que por mucho que su madre rehaga su vida no les va a dejar de querer.

Su vida de pareja, el gran problema de Santi

Nunca imaginó que aquella relación llegaría tan lejos. Cuando descubrió que su pareja estaba casado siempre pensó que sería algo pasajero pero pasaron los meses y terminó enamorándose. "Me empecé a enamorar a los seis o siete meses". A los ocho meses de estar con él se quedó embarazada y cuando él se enteró él abortó. "Es muy fácil acostarte con una persona y luego pagar 500 euros."

Tres años después, Santi se sentía incapaz de abandonar a ese hombre. Sus problemas en casa le hacía refugiarse en él, sin darse cuenta que lo único que conseguía era atormentarse más. "Estoy perdiendo mi tiempo, mi juventud y muchas cosas. Él sabe que me tiene en sus manos y que soy su marioneta. Sabe que lo que diga lo hago."

Santi se deshace de la culpa que siente por haber abortado

Ocho meses después de iniciar la relación con este hombre, Santi se quedó embarazada. Ella estaba feliz pero cuando su pareja se enteró decidió abortar, aunque no lo deseaba. "Pienso que mi hijo iría a cumplir dos años ahora. Me quedé embarazada y cuando vi la primera ecografía me puse muy contenta. Me agobié y lo hice sin querer hacerlo. Me hubiera gustado verme con mi panza", le ha confesado a Sonia Cervantes.

Dos años después de este episodio, Santi seguía arrastrando la culpa. Sonia Cervantes le ayuda a superarlo. "Hoy estoy segura de que no soy culpable de mi aborto. Me hubiera gustado verle su cara, sus manos, olerlo besarlo... Sé que hubiera sido una buena mamá porque desde el día que sentí que estaba dentro de mí me sentí la mujer más dichosa del mundo, al igual que cuando ya no lo tenía me sentía la más desdichada. No soy culpable de hacer algo que no quería"

"Quiero una persona que esté por mí y para mí"

Gracias a Pedro García Aguado, Santi se da cuenta de que la relación con un hombre casado le hace sumamente infeliz y que debe buscar la estabilidad emocional y dejar de sufrir. "Soy la segunda y mi relación con él es mala. Me siento como una muñeca, como un trapo, como un juguete... Me gustaría todo lo contrario, salir con él sin tener que esconderme, una persona que esté por mí y para mí", le ha confesado Santi, que es consciente de que el hombre con el que comparte su vida no la merece.

En la nueva vida de Santi no tiene cabida este hombre. "Tengo que mirar por mí y lo primero que voy a hacer es decirle a mi madre que cambie el número de teléfono porque si no sé que llama, mejor."

Santi se reconcilia con su familia

Tras varias semanas de trabajo, Santi se da cuenta de sus errores. "Es muy duro aguantar lo que mi madre me ha aguantado." Por fin, Santi que ve ante sí una nueva vida, una vida en la que su familia será su sustento. "Me he pasado. Voy a valorar más a mi madre que se lo merece mucho", dice la joven, que por primera vez en años puede abrazar a su madre y su hermano y se da cuenta de que ellos siempre serán su gran apoyo.