"En mi casa mando yo" y “siempre consigo lo que quiero” son las frases que no duda en decir Aritz constantemente con actitud de orgullo, imponiendo sus normas con un comportamiento destructivo.
Los padres de Aritz se separaron cuando él tenía 3 años. A partir de los ocho años se fue a vivir con su padre y ahora ha vuelto a casa de su madre, dispuesto a hacerle la vida imposible.
Cada vez que ella le pide algo, Aritz se enfada y destroza lo que pille por delante, ya sean platos, puertas o incluso la televisión. Es capaz de arrojar toda la ropa del armario de su madre al suelo y derramar zumo de tomate y caldo encima porque Sonia se niega a lavarle una camiseta. Además, roba a su madre para poder comprar marihuana.
Aritz se divierte quemando cosas dentro y fuera de casa. No le importa el peligro ni los daños que ocasiona a los demás. Antes de su primer contacto, Pedro se fija dos objetivos: acabar con el comportamiento vandálico de Aritz y restablecer la confianza entre madre e hijo.
El ‘Hermano Mayor’ quiere que Aritz entienda que todos sus actos tienen una consecuencia. Aritz dice con orgullo que ya ha quemado más de 30 contenedores de basura y que nunca le han pillado. En su primer cara a cara, Pedro García Aguado le ordena a Aritz recoger toda la basura de su barrio, algo que el chico se toma de mala gana.
Siempre que Aritz juega con fuego se pone en peligro a sí mismo y a la gente que le rodea. La psicóloga del programa, Sonia Cervantes, pone al chico en una situación límite con la ayuda de un equipo de bomberos.
Aritz está acostumbrado a conseguir lo que quiere humillando y atemorizando a su madre, pero Pedro quiere que entienda que es más satisfactorio ganarse las cosas con el esfuerzo y la disciplina, así que lleva a Aritz a un entrenamiento de un equipo profesional de ciclismo. Aritz está a punto de tirar la toalla, pero al final su orgullo le lleva a alcanzar la meta.
A lo largo de los últimos días, Aritz ha ido cambiando su comportamiento. Ha dejado de lado su violencia y Sonia ya está preparada para darle una nueva oportunidad. Juntos tienen toda una vida por compartir.