'Fogones Lejanos' se adentra en la gastronomía de México y Perú, este domingo

cuatro.com 11/09/2014 16:56

En México comen cien millones de tacos al día, con maíz, frijoles y los chiles más picantes del mundo. Su cocina mestiza ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco porque fusiona sabores modernos con la comida prehispánica. La cuarta parte de los insectos comestibles de todo el mundo están en México. Por eso, comen hormigas, gusanos y saltamontes, sus famosos “chapulines”, además de “platillos” típicos como el mole, que suelen tomar con carne cocida, y la birria, un guiso de carne de borrego.

Jesús Pedraza, un chef de Carabanchel, prueba toda la comida exótica que encuentra después de pedir a una santera que le haga “una limpia” para que mejore la rentabilidad de su restaurante. “Aquí sin picante no saben comer, se lo echan a todo”, asegura mientras se come varios tacos en la calle.

El chef canario Pedro Martín visita una granja de cocodrilos en Veracruz porque quiere introducir su carne en la alta cocina mexicana: prepara “cocodrilo al mojo picón, porque soy canario, claro”. Para sus clientes, “es salvaje”.

En Teotihuacán, el chef donostiarra Pablo Sanromán busca los orígenes de la comida prehispánica. Come gusanos vivos de maguey, “mira cómo se mueven”, y aprende a hacer “pulque, una bebida alcohólica muy típica de las zonas rurales”.

En México D.F. sorprende una grúa con una plataforma en la que una veintena de comensales cena a unos 50 metros de altura “para vivir experiencias diferentes”, asegura Óscar, un actor alicantino que triunfa en México. Después de varios tequilas, acude, junto a todos los cocineros, a la peregrinación más grande del mundo después de la Meca: con Fogones Lejanos, cantan “las mañanitas” a la Virgen de Guadalupe.

Perú, el mejor destino gastronómico del mundo

Perú es el mejor destino gastronómico del mundo, según los Premios World Travel. La cocina es el segundo motivo de orgullo nacional, sólo por detrás del Machu Picchu. Según la revista británica Restaurant, el peruano Gastón Acurio es el mejor chef de Latinoamérica. “Los cocineros somos los mejores embajadores de nuestra tierra” dice Gastón, aunque en Perú también comen ranas y gusanos crudos.

Paco, un paellero de Badajoz, viaja a una boda a Huancayo, donde hacen regalos sorprendentes: comida, animales vivos o muertos y hasta muebles. “Aquí se baila y se bebe sin parar”, se sorprende, mientras regala un cuy vivo, como una cobaya, a los novios.

En Lima, una empresaria extremeña, Carmen, celebra una fiesta privada “de la alta sociedad, porque aquí he pisado fuerte”. Acude a peleas de gallos y a los toros, donde se atreve a probar sangre caliente que extraen al toro del pulmón “porque seguro que es buena para las arrugas”, se imagina, mientras la sacan a hombros de la plaza “como a los grandes toreros”.

Astrid, la mujer de Gastón y la pastelera más famosa del mundo, prepara bombones para los novios de Huancayo “con un corazón rojo y con mucho amor, como todos los dulces de Tanta”, su cadena de pastelerías. “Perú tiene el mejor chocolate del mundo pero hasta ahora el narcotráfico había impedido que los agricultores se dedicaran al cacao”.

Ceviche en alta mar, pisco en fiestas de postín, ají, el pimiento típico, en casi todos los platos y comida selvática, incluidos gusanos vivos, en muchos restaurantes. En Perú, Fogones Lejanos lo prueba todo. Hasta una “pachamanca”, una barbacoa excavada en la tierra en la que también se come cuy, “la rata de los Andes”.