Isabel sintió un flechazo incluso antes de intercambiar una sola palabra con su cita. Carlos Sobera llevó a Fernando a la mesa y estuvo hablando con él, mientras Isabel observaba y escuchaba cada palabra que decían desde la mesa de al lado. La conversación entre el presentador y Fernando fue tan bien, que Sobera le espetó: "¡Estoy empezando a enamorarme de ti, para de decir cosas bellas!"
Cuando empezaron a cenar, Isabel mantuvo su opinión, cada vez más encantada con su cita: "Me gusta muchísimo, desde que entró por la puerta me quedé con la boca abierta". En broma, también dijo que tan perfecto no podía ser: "Algo tendrá...". Sin saberlo, se anticipó a lo que ocurriría después.
Cuando se levantaron de la mesa y se quedaron a solas, Fernando le confesó ciertas cosas a Isabel que no le gustaron nada. Al contrario, interpretó que la estaba utilizando y se marchó sin decir nada. Una vez en la recepción del restaurante le contó a Carlos Sobera lo ocurrido. Entonces apareció Fernando...
¿De verdad fueron bromas e Isabel malinterpretó a Fernando? ¿O, por el contrario, crees que las intenciones de Fernando no tenían nada que ver con encontrar el amor?