La selección española ha abierto los ojos tras la derrota ante Eslovenia y sabe que tendrá que mejorar en muchos aspectos para poder llegar lejos en este Eurobasket de Eslovenia. Así lo transmitió Rudy Fernández durante la jornada de descanso que tuvo la selección este viernes. "Las sensaciones son las mismas de cuando empezamos. Es cierto que esta derrota nos hace abrir los ojos y ver que este campeonato no va a ser fácil. El ambiente del pabellón y la dureza de Eslovenia nos descentraron, nos sacaron del partido, y esas cosas se tienen que aprender. Hay que jugar duro en cada partido porque va a ser una guerra", apuntó el alero del Real Madrid.
Por eso, la selección no quiere fiarse ni de la República Checa, un rival, a priori mucho más débil que los de Orenga. Rudy avisó de que es un rival que "está jugando muy bien y ha dado la cara en los dos partidos que ha jugado". "Será difícil, pero no tenemos que mirar al rival, sino pensar en nosotros y se verá a la selección que se vio en la preparación. Las bajas de todos los equipos ha igualado mucho el campeonato", zanjó.
Por su parte, el seleccionador español, Juan Antonio Orenga, quiso destacar que el partido de la República Checa no será fácil. "Tenemos que controlar nuestro rebote para poder correr y su contraataque porque tienen un juego rápido. Debemos afianzar nuestras defensa otra vez, como la que mostramos en el primer partido de Croacia y los dos primeros cuartos contra Eslovenia", avisó Orenga.
La República Checa ha luchado los dos partidos que ha jugado en el campeonato hasta el final. En el estreno ante Eslovenia sólo perdió por dos puntos ante los anfitriones y, en el segundo, venció a Polonia por un punto. Antes de comenzar el Eurobasket, la selección checa partía como una de las más débiles del grupo pero está demostrando que tiene nivel para ponérselo complicado a los más equipos más fuertes.