Recién llegado de Guatemala de 'Desafío' con aspirantes, ¿cualquiera puede ser un aventurero en condiciones extremas?
Este año se nos ha ido la pinza. Hemos demostrado que nada es imposible. Se puede conseguir lo que quieras. Por ejemplo, hemos llevado a gente que no sabía nadar a bucear en grutas de espeleobuceo de las más radicales. Es una demostración de que nada es imposible y se puede aplicar a estos tiempos difíciles.
¿Hay que estar muy loco o muy cuerdo para vivir al límite?
Somos lo más cuerdos. Hacemos cosas que nos mantienen vivos. Jugamos con la muerte pero con control. Gestionamos muy bien el riesgo. No somos ningunos locos aunque a veces vamos más allá. Si no incluimos ese factor de riesgo, el desafío quedaría descafeinado. Es necesario ese clic de verdadera aventura.
Este año también ha habido aventura en el Congo para ver un súper volcán, cuenta, ¿cómo fue el desafío africano?
El Congo es el lugar con más muertos en una guerra civil después de la Segunda Guerra Mundial. En diez años, van más de seis millones de muertos. Estuvimos en la ciudad de Goma, punto neurálgico del conflicto. Justo allí se encuentra uno de los seis súper volcanes del planeta. Los científicos necesitaban muestras para investigar los orígenes de la Tierra y ver qué pasará con este volcán. Al lado hay un lago donde viven dos millones de personas. Si hay una explosión, pueden morir en cinco minutos. Es algo tan extraordinario que nos propusieron ir y se nos abrió la puerta de un enorme desafío. De lo mejorcito que hemos hecho en 'Desafío Extremo'.
Si pienso en volcanes, te veo dentro de tornado o metido en un lío tremendo por el volcán islandés...
Estábamos escalando a horas de llegar a la cima cuando explotó el volcán innombrable, el Eyjafjallajökull. Los volcanes nos gustan porque es una manifestación extraordinaria de la naturaleza. Cuando ves un volcán y su fuerza, lo vives. Te atrapa. Casi todos los años nos gusta explorar un súper volcán.
¿Crees que hemos perdido la parte aventurera?
No. Todo lo contrario. Cada vez gustan más los deportes alternativos y superar límites. Más que nunca nuestro programa es una ayuda a la gente que piensa que no hay esperanza. Demostramos que todo es posible. Especialmente, en desafío con aspirantes donde la dificultad máxima la podemos convertir en realidad. Nunca hay que tirar la toalla.
¿El riesgo engancha?
El riesgo es adictivo. No concibo otra vida.
¿Sabe estar quieto Jesús Calleja?
Imposible. Acabo de llegar y ya me voy a escalar a la montaña, el lunes voy a entrenar… No sé lo que es ir a casa.