Para descender hasta la Sima de los Huesos, un lugar privilegiado en el que sólo entran muy pocos arqueólogos, Jesús Calleja ha tenido que pasar unos días antes en los andamios aprendiendo un poco de arqueología y demostrando que sabe moverse en cuevas estrechas. Tras obtener el visto bueno de los paleontólogos, llevó a cabo su desafío: descender a la Sima de los Huesos.
"Lo que vi allí fue increíble", asegura el leonés. "Mi objetivo era descender a la Sima de los Huesos, el 'sancta sanctorum', una galería en el corazón de la sierra (...). Es un lugar muy estrecho y delicado, por lo que el acceso es muy restringido. No han entrado ni los arqueólogos que llevan décadas trabajando en otras partes del yacimiento, ni por supuesto ningún programa de televisión: íbamos a ser los primeros".
Calleja también conoce el recinto de Ojo Guareña, una de las cuevas más grandes de España con más de 100 kilómetros de recorrido, acompañado por su amigo el cómico Dani Martínez y otros dos espeleólogos que también trabajan en Atapuerca. Allí, tienen la oportunidad de recorrer varios kilómetros de galería y contemplar varias pinturas rupestres de 11.000 años de antigüedad.