El supermercado Edeka en Hamburgo decidió tomar esta medida para mostrarles a sus clientes el efecto del racismo; el sábado los allí presentes se encontraron con un supermercado casi vacío, según informa Metro.
En las estanterías no había casi productos, pero sí carteles en los que se leía “esta estantería es un poco aburrida si no hay variedad”, “nuestra selección sí que conoce fronteras hoy” o “está estantería está vacía sin los extranjeros”. Uno de los allí presentes dijo que la escena le recordaba a los supermercados de Cuba.
Un trabajador de Edeka declaró que “Este supermercado es sinónimo de diversidad y, aunque producimos una gran cantidad de nuestros productos en diferentes regiones de Alemania, es el conjunto de nuestros productos con los extranjeros el que crea la diversidad que nuestros clientes valoran.” “Estamos encantados de haber recibido tantos mensajes positivos tras la acción del sábado.”, añadió.
La campaña, que ya se ha hecho viral, no es la única conocida de la compañía, acostumbrada a hacer anuncios que dan que hablar. Su pasada campaña de navidad mostraba a un anciano cenando sólo en Nochebuena, ya que sus ocupados hijos no podían acudir a verle. En el comercial se muestra cómo el anciano finge su muerte para que sus hijos acudan a la casa donde, al entrar, lo que se encuentran es una mesa llena de comida para celebrar las fiestas y al abuelo más vivo que nunca.