La policía en Osnabrueck, en el noroeste de Alemania, ha confirmado que halló la droga el sábado en un automóvil tras un registro en la carretera austriaca A30, en el cual un hombre de 51 años y su hijo, de 17, habrían sido detenidos. La policía cree que la droga podría haberse vendido bajo el lema “Trump hace fiestas grandes de nuevo” (en inglés “Trump makes great parties again”, en referencia al lema de campaña del presidente estadounidense “Make América great again”)
Se cree que las pastillas, que tienen un valor aproximado de 40.000 euros, se habrían fabricado en Ámsterdam, la capital holandesa, según informa Metro.
El éxtasis, que figura como el estimulante predilecto de los jóvenes europeos, según el informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, es una droga extremadamente peligrosa, ya que es imposible para el usuario saber qué lleva exactamente una pastilla.
El Kendal Calling Festival ha causado controversia este verano, pues se permitió a los asistentes al festival probar las drogas que allí se venden bajo la promesa de no arrestarlos.